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México (3 de marzo).-
La serie de victorias de Donald Trump en el Súper Martes complicó al movimiento “Never Trump” (Nunca Trump) que se ha estado propagando por rincones del Partido Republicano.
Ello deja a los rivales restantes del magnate de Manhattan batallando para encontrar nuevas maneras de detener su paso a la nominación presidencial.
Tras meses de planear meticulosamente sus estrategias en las elecciones primarias estatales, las campañas empezaron a hacer números y a desempolvar lecciones de historia sobre convenciones reñidas y reglas electorales poco conocidas.
A primera vista, las campañas continuaron con normalidad ayer, con los senadores Ted Cruz y Marco Rubio listos para arribar a Kansas y Michigan para mítines.
Kansas celebra sus caucuses el sábado y Michigan tendrá primarias el martes.
Sin embargo, la contienda se vio trastocada nuevamente tras una noche en la que Trump cobró mayor ímpetu entre una participación récord de los republicanos, mientras que Cruz le restó algo de impulso reciente a Rubio con victorias en Texas, Oklahoma y Alaska.
Aunque se seguía contando la votación de los delegados la mañana del miércoles, Trump encabezaba a los aspirantes republicanos con 316 votos, seguido de Cruz, con 226, y Rubio, con 106.
Abajo de ellos estaban el Gobernador John Kasich, con 25 votos, y Ben Carson, con ocho.
Un candidato debe reunir mil 237 delegados para obtener la nominación.
Para Rubio, el Senador de Florida quien sólo ha logrado una victoria, en Minnesota, el reto sigue siendo encontrar la manera de sacudirse la etiqueta de “perdedor” que ahora lo persigue.
Tras una noche decepcionante, hizo su mejor esfuerzo por ver al futuro con confianza en sí mismo y aseguró que su nuevo enfoque agresivo de arremeter contra Trump estaba dando señales de ser efectivo.
“Me da gusto ser el no favorito”, escribió Rubio, quien ha argumentado que podría ganar más estados si se redujera el grupo de cinco candidatos, en un correo electrónico a simpatizantes.
“Nos sentimos emocionados por obtener una victoria en Florida dentro de un par de semanas, y seguir desenmascarando por todo el país a Donald Trump como el artista del engaño que es”.
No obstante, con sólo un triunfo en su haber, Rubio enfrenta una batalla cuesta arriba para tratar de convencer a cualquiera que es el candidato más fuerte para desplazar a Trump, y cobran fuerza los llamados para que renuncie a la contienda.
Tras una trayectoria en el Senado y una campaña presidencial impulsada en gran medida por ataques contra los líderes de su partido, Cruz emergió del Súper Martes con su propio mensaje para los republicanos: les guste o no, soy la última y mayor esperanza que tienen contra Trump.
También dirigió ese sentimiento a sus oponentes restantes.
Al preguntarle en CNN si Rubio debería abandonar la contienda, Cruz ofreció gustosamente un leve empujoncito.
“Creo que todos los candidatos van a tener que examinar esto, y considerarlo con mucha oración”, externó.
“Y realmente creo que los otros candidatos están interesados en este país y lo están poniendo primero”, añadió.
Trump guardó un bajo perfil ayer al no programar eventos, previo a un muy anticipado debate presidencial republicano organizado por Fox News, en Detroit, esta noche.
Con su estatus de favorito solidificándose, ya se había iniciado una nueva ofensiva en su contra.
The Our Principles PAC, un “súper PAC” republicano formado con un donativo de un integrante de la familia Ricketts, está reforzando su personal al preparar una arremetida para frustrar el ascenso de Trump.
El grupo contrató a Tim Miller, ex vocero de Jeb Bush, y el martes ofreció una probadita de lo que está por venir con el lanzamiento de un nuevo anuncio publicitario que muestra a Trump haciendo comentarios con tintes racistas.
El anuncio deja entrever que los demócratas tendrán muchas municiones para derrotar a Trump en las elecciones generales.
“Un simpatizante del Ku Klux Klan que se hizo rico pisoteando a personas comunes no va a ganar la Casa Blanca”, expresó Miller en una declaración.
“La campaña presidencial de Donald fracasará peor que Trump Mortgage y Trump Steaks y Hillary Clinton lo destruirá aún si ella hiciera campaña desde la cárcel”.