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WEST, TEXAS, 20 de abril.- Los equipos de emergencia han informado este sábado que ya no buscarán más supervivientes en la zona donde ocurrió la devastadora detonación de una fábrica de fertilizantes la noche del miércoles en la pequeña localidad texana de West, situada a 32 kilómetros de Waco. Las autoridades han confirmado que al menos 14 personas han fallecido y que hay más de 200 heridos por la explosión.
Además, también han informado que después del "inmenso" susto que sufrió esta pequeña localidad texana de 2.800 habitantes, "un pequeño grupo de residentes ha podido volver a sus casas". Aunque no han aclarado cuando la totalidad de la población evacuada volverá a sus casas. Es una buena noticia para los habitantes que llevaban todo el día encerrados en un hotel asustados por las noticias de que un tanque se había incendiado y se estaban produciendo algunas explosiones en el área afectada. “El fuego está controlado y la ciudad está a salvo”, han reiterado Steve Vanek, miembro del Consejo de la ciudad en rueda de prensa.
Lugar de la explosión (Foto: El País)
Tras la explosión, los oficiales compararon la región afectada con “una zona de guerra”. “West ya nunca volverá a ser lo mismo. El radio alrededor de la planta, unos 400 metros, ha sido totalmente arrasado, incluso, una escuela ha sido derruida”, han dicho las autoridades en rueda de prensa. “La zona sigue siendo muy volátil”, explicó el ayudante del alguacil, Matt Cawthon. Las autoridades han continuado con la búsqueda de supervivientes en las ruinas desde primeras horas de este viernes, “tal vez podamos dar más datos de fatalidades a lo largo del día”, ha asegurado el agente del Estado de Texas, D.L. Wilson.
Entre los fallecidos se encuentra un grupo de bomberos y varios miembros del servicio de emergencias que acudieron en primer lugar a intentar paliar el fuego pero se encontraron con la explosión. De momento, se sabe que el capitán del Departamento de Dallas de 52 años, Kenny Harris, murió en el accidente. Harris vivía al sur de la ciudad y en ese momento no estaba de servicio. Además, el municipio realizó una misa de funeral por las víctimas el jueves por la noche. “El duelo ya estaba empezando”, aseguró un portavoz del Servicio de Emergencias de la localidad. "Yo tenía una idea sobre lo que me iba a encontrar. Pero lo que he visto supera con creces mis expectativas. Horrible!. Hay personas que lo han perdido todo”, ha asegurado el Fiscal General de Texas.
La detonación ocurrió a las 20.00 hora local de la noche del pasado miércoles y se pudo escuchar a más de 70 kilómetros de distancia provocando un pequeño movimiento terrestre de 2,1 puntos en la escala de Richter, según el Servicio Geológico de Estados Unidos. La mitad de la población fue evacuada por los humos tóxicos que salían de la fabrica. Los testigos describieron la explosión “como una gran onda expansiva destructiva”. "Las ventanas temblaron y mis hijos empezaron a gritar. La puerta me golpeó en la frente y todos los vidrios de las ventanas estallaron", relató Jason Shelton, un padre de familia de 33 años que vive a 1,6 kilómetros de la planta.
La planta y sus alrededores tras la explosión (Foto: Reuters)
El Gobernador del Estado, Rick Perry, declaró el estado de desastre en la zona de la explosión y desde la Fiscalía avisaron que “si se producía algún aumento de precios en el Estado con el único fin de lucrarse, el responsable será encarcelado”. “Ahora lo importante es ser solidario y ayudar a los casi dos centenares de damnificados”. "Nuestros rezos están con el pueblo de West", expresó el presidente Barack Obama en un comunicado, donde también agradeció a los equipos de emergencia en West "que trabajaran sin descanso durante toda la noche para contener la situación y atender a los heridos".
Fertilizantes West fue investigada en 2006 por las autoridades federales y locales, según ha informado The New York Times. La Agencia de Protección Ambiental (EPA) multó a la compañía en marzo de ese año con 2.300 dólares porque el plan de seguridad de la empresa no cumplía con los requisitos federales. En concreto, hacía referencia a que no tenía un plan formal de mantenimiento escrito y pocos registros sobre la capacitación dada a los empleados.
En una comunicación hecha este año a los Servicios de Salud de Texas, Fertilizantes West informó de que, desde finales de 2012, almacenaba compuestos químicos más volátiles en sus instalaciones, lo que incluía 270 toneladas de nitrato de amonio, un fertilizante sólido que se ha usado como base para fabricar explosivos en atentados como el de Oklahoma en 1995.
Las autoridades investigan aún las causas de la explosión, que consideran accidental. Una de las hipótesis que estudian los investigadores es si los propios bomberos provocaron el estallido al echar agua sobre una sustancia muy volátil.