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MEXICO, D.F, 22 de febrero.- El Chapo es el narcotraficante más buscado del mundo, desde que escapó de prisión tras sobornar a sus celadores para que lo ayudaran a fugarse en un carrito de lavandería.
Su cabeza vale cinco millones de dólares para la Agencia Antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés), pero su fortuna personal asciende a mil millones de dólares, pues según la revista Forbes, el Cártel de Sinaloa es el responsable del 25% del narcotráfico de México a Estados Unidos.
"No cambiará el paradigma que produce el crimen y violencia, no sería el término de la guerra del narcotráfico o de la violencia, pero sería un logro enorme", afirma Michael Beith, autor del libro El último narco. Cazando al Chapo, el señor de la droga más buscado.
En entrevista, el periodista norteamericano prevé que "con la captura de El Chapo, el Presidente Calderón podría cerrar ese capítulo de la guerra contra el narco y enfocarse en otras cosas muy importantes como el empleo y la reconstrucción social con menos críticas".
"El Chapo es el narcotraficante más buscado del mundo, desde que escapó de prisión tras sobornar a sus celadores para que lo ayudaran a fugarse en un carrito de lavandería. Se calcula que su fortuna asciende a 20 mil millones de dólares y apareció en la lista de los hombres más ricos de la revista Forbes", dijo en su momento.
Sin embargo, para Anabel Hernández, autora de Los señores del Narco, la versión del carrito de lavandería en la fuga del penal de Grande, Jalisco, el 19 de enero del 2011 es poco más que un mito, pues en el libro se detalla que hubo todo una operación para que el líder del Cártel de Sinaloa quedara en libertad.
El Chapo fue detenido el 9 de junio de 1993, en la frontera entre Guatemala y México, y enviado al penal de máxima seguridad La Palma, hoy Altiplano, ubicado en el Estado de México.
Posteriormente, el 22 de noviembre de 1995 fue trasladado al penal de Puente Grande, Jalisco, de donde escapó el 19 de enero del 2001, cuando cumplía una condena de 20 años de prisión por ilícitos contra la salud, asociación delictuosa y cohecho.
Cinco procuradores han estado al frente de la Procuraduría General de la República (PGR) desde la fuga de Guzmán Loera, y en diferentes tiempos se han pronunciado por la necesidad de recapturar al líder del Cártel de Sinaloa.
La última vez que la Procuraduría declaró haber estado a punto de aprehender a El Chapo fue en enero del 2012, durante un operativo en Los Cabos, Baja California. Pero no sólo en México el narcotraficante está en la mira. En febrero del mismo año, el Presidente de EE.UU., Barack Obama, aseguró que El Chapo caerá como ocurrió con Osama bin Laden, el ex líder de Al Qaeda, quien murió en un operativo norteamericano en Pakistán el 1 de mayo del 2011.
Guzmán Loera no siempre fue el capo más importante del país. Su nombre empezó a tener resonancia a partir de la balacera de la discoteca Christine, ocurrida en Puerto Vallarta, Jalisco en 1992; en el homicidio del Cardenal, Juan Jesús Posadas Ocampo, en mayo de 1993 en Guadalajara, y en la ejecución de Rodolfo Carrillo Fuentes, en septiembre del 2004 en Culiacán.
La característica cacha de oro y esmeraldas de la pistola personal de Héctor El Gúero Palma Salazar, no fue suficiente el 23 de junio de 1995, cuando fue capturado tras un accidente aéreo cuando se dirigía una fiesta en Guadalajara.
Palma Salazar fue el predecesor de El Chapo al frente del Cártel de Sinaloa y su compañero de celda en Puente Grande, hasta que fue extraditado a Estados Unidos en el 2007 por la PGR.
El Chapo es primo lejano de los hermanos Beltrán Leyva, líderes de la organización del mismo nombre, y fueron Arturo, El Barbas, quien supuestamente impulsó la carrera de Guzmán Loera durante su cautiverio.
Sin embargo, luego de la salida de El Chapo de la prisión, éste rompió con sus parientes, ruptura que se acrecentó con la muerte de Arturo Beltrán Leyva, quien fue abatido por marinos en Morelos, el 16 de diciembre del 2009.
Además, de Arturo, Alfredo y Héctor Beltrán Leyva, a El Chapo se le vincula con Pedro Avilés, quien supuestamente es su tío. Avilés Pérez fue aliado de los tres fundadores del Cártel de Guadalajara -que posteriormente se convirtió en el de Sinaloa-, Rafael Caro Quintero, Miguel Ángel Félix Gallardo y Ernesto Fonseca Carrillo, Don Neto.
Los tres líderes del Cártel de Guadalajara están acusados por el Gobierno de Estados Unidos de la muerte del agente norteamericano, Enrique Kiki Camarena en 7 de febrero de 1985.
Sin embargo, el empoderamiento del capo ha desatado toda clase de historias a su alrededor, especialmente en lo que se refiere a sus mujeres e hijos.
La última fue presuntamente el nacimiento en Estados Unidos de un par de gemelas, concebidas con Emma Coronel, sobrina del finado Ignacio Nacho Coronel, socio de Guzmán Loera.
Esa información fue revelada por el diario estadounidense L.A. Times en septiembre del 2011. Según el periódico, la madre de las niñas viajó sola a California, pues también es ciudadana norteamericana, donde dio a luz a las niñas en agosto del año pasado.
La historia de Joaquín Guzmán y Emma Coronel, según publicó el semanario Proceso, el líder del Cártel de Sinaloa se casó en el 2007 con la sobrina de su socio en ese entonces, Ignacio Nacho Coronel, en Durango.
La fiesta habría ocurrido en La Angostura, sindicatura duranguense que fue "secuestrada" para ofrecer un baile en honor de Emma, quien fue reina de belleza local.
Las predecesoras de Coronel han sorteado detenciones y finales trágicos. En mayo del 2010, Griselda López Pérez, segunda esposa de Guzmán Loera, fue detenida durante un operativo implementado por la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) en Sinaloa.
Esta mujer, madre del joven Édgar Guzmán López, asesinado hace dos años, fue trasladada a la Ciudad de Mexico. Sin embargo, fue liberada el mismo día con las reservas de ley.
Pero Griselda no es la única que salió mal librada de la unión con El Chapo. Más mala suerte corrió Zulema Yulia Hernández, quien estuvo relacionada con el capo mientras ambos estaban encarcelados en la década de los noventa.
Una vez libre, Hernández trabajó para la banda de Guzmán. Zulema le dio una entrevista al periodista Julio Scherer y así se dio a conocer su romance con el narcotraficante.
Fue asesinada y su cadáver abandonado en un automóvil cerca de la Ciudad de México. Sus verdugos la marcaron con la Z, el símbolo de Los Zetas, en los senos, estómago y glúteos.
Sobre los hijos del capo, el 8 de mayo del 2012 Estados Unidos fichó a dos de sus descendientes en su "lista negra". Iván Archivaldo Guzmán Salazar y Ovidio Guzmán López fueron señalados por el Departamento del Tesoro norteamericano como narcotraficantes y los señala como los principales lugartenientes de la organización que lidera su padre.
Sin embargo, hace cuatro años la Procuraduría General de la República (PGR) no pudo acreditar que Iván Archivaldo Guzmán Salazar fuera parte de la estructura del Cártel de Sinaloa y el Poder Judicial lo dejó en libertad en abril del 2008.
En contraste con las investigaciones que realizó el Departamento del Tesoro con apoyo de las agencias de inteligencia y seguridad de Estados Unidos, que llevaron a señalar como narcotraficantes a los hermanos Guzmán, autoridades de la PGR informaron que no existen investigaciones abiertas en su contra en México por delincuencia organizada o delitos contra la salud, por lo que se solicitará al gobierno estadounidense la información con la que cuenta para formular esta acusación.
Para la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC), dependiente del Departamento del Tesoro estadounidense, los Guzmán son dos de los principales operadores del Cártel, y "desempeñan un papel significativo" en la red de narcotráfico de su padre, por lo que ordenó congelar todos los bienes y cuentas que existan a su nombre en ese país, y prohibió a particulares y empresas tener cualquier trato comercial con ellos, pues de lo contrario podrían enfrentar sanciones penales y pagar multas millonarias.
Sin embargo, Iván y Ovidio no son los únicos hijos de El Chapo que están en la mira pública. También en el 2008, la PGR confirmó el fallecimiento de Edgar Guzmán López en Culiacán, donde estudiaba administración de empresas en la Universidad de Sinaloa. La muerte, al parecer, se le atribuye a grupos rivales. (El Universal)