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MEXICO, D.F., 22 de febrero.- Sin un disparo, los elementos del Ejército creían que sería el golpe de su vida: la captura de Joaquín El Chapo Guzmán Loera. Entre matorrales, en pleno corazón serrano del famoso Triángulo Dorado -como se conoce a la región que comparten Durango, Chihuahua y Sinaloa- un día del 2009, todos los datos de inteligencia federal apuntaban a que ahí estaba el líder del Cártel de Sinaloa.
"Se acababa de ir. Lo que encontraron fue el café caliente de El Chapo", relata una persona integrante del gabinete de Seguridad Nacional del ex Presidente Felipe Calderón.
Del sexenio foxista no se sabe de intentos por atraparlo, y del actual, la cacería se acentuó hace un par de semanas desde que se confirmó que fueron detenidos jefes de seguridad de Ismael El Mayo Zambada, el segundo en el mando de El Chapo.
De Calderón hubo dos planes reconocidos por el propio ex mandatario al diario The New York Times en el 2011.
Quienes conocen de esos hechos relataron que el viernes 7 de agosto del 2009, elementos del Ejército hallaron un laboratorio para procesar drogas sintéticas en el municipio de Tamazula, Durango. Sólo hallaron los pantalones Levis, presumiblemente de El Chapo, así como un altar a la Virgen de Guadalupe y una foto de quien al parecer fue su padre, un ex militar.
Se presume que el 22 de julio de ese mismo año hubo un enfrentamiento en la sindicatura de Quilá, en el ejido El Melón, del municipio de Culiacán.
Existe otra versión de un tercer intento el 14 de octubre del 2010 del cual el líder del Cártel del Pacífico pudo escapar, esta vez en Alchichica, en el municipio de Tepeyehualco, Puebla.
El ex presidente de Colombia, Álvaro Colom, llegó a asegurar que se movía en Honduras y su propio país y que si no lo capturó fue porque la información no les llegaba a tiempo.
En abril del 2009, el arzobispo de Durango, Héctor González, llegó a afirmar que Guzmán vivía en Guanaceví. "Todos lo sabemos, menos las autoridades".
La ex procuradora Marisela Morales, actual cónsul en Milán, Italia, en mayo del 2011 dijo que "hay blancos que son mucho más difíciles de atrapar, por la forma en que se esconden", al preguntarle por qué no capturaban a Guzmán Loera.
El Chapo, afirman fuentes vinculadas a seguridad nacional, no usaba aparatos de telecomunicaciones para evitar ser detectado. Se movía en diversos puntos, lo mismo de Nayarit, Durango o Sinaloa.
Lo cierto es que, según ex funcionarios federales, al menos una vez debió dejar su café caliente para mejor ocasión. (El Universal)