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CANCÚN, Quintana Roo, 9 d emarzo.- Atlante no para de soñar. Esta tarde, literalmente arrolló a Querétaro, con una gran actuación de Michael Arroyo, quien no conforme con convertirse en referente del equipo en las últimas semanas, se despachó un pokar de goles con los que el Potro derrotó a Querétaro por 4-2.
La noche del ecuatoriano comenzó de gran forma con jugadas espectaculares, pero la definición fue completamente con un paso de goleador nato, de esos refuerzos que necesitaba Atlante en el pasado, todo será diferente si continúa con el nivel que mostró ayer.
Atlante es de primera y de primera no se va, esa es la ilusión de sus seguidores que esperan con ansias el siguiente duelo para volver a ver a estos Potros, que ganan, gustan y lo más importante se acercan a la salvación.
Enfrente la otra cara de la moneda, un Querétaro, que aunque lo niegue el tema extra cancha le afecta no sólo en la cabeza del equipo, sino en la cancha, donde se ve un equipo perdido.
Un Potro muy despierto fue el que saltó a la cancha.
Desde un inicio aprovechó los descuidos de la zaga queretana, la diferencia, el planteamiento, al que parece ya se adecuaron, con Patiño en puerta; Candia, Romero, Vengas y Vela en la zaga; doble contención con Guerrero y Viniegra, abiertos Arroyo y Galmarini para dejar en punto a Sepúlveda y Gutiérrez.
Gallos sufrió mucho, y es que con una defensa inédita en lo que va del torneo, Ambriz mandó al debutante García en la puerta; Corral, Osuna, Juárez y Burón; Espinoza junto a De La Torre en medio campo, abiertos Loroña y Escoto; William atrás del punta Ricardo Jesús.
Muy parchada se vio la defensa visitante, que pagó el precio de inmediato, luego de una mala salida de García, Arroyo adelantó al Potro.
Sin detenerse, los azulgranas continuaron con su dominio, Vela tuvo un mano a mano y después Sepúlveda lo intentó pero nada, no podían ampliar la ventaja en el marcador.
La gran actuación de Arroyo comenzó, el 9 atlantista tomó el balón sin miedo en todo momento, pícaro como él solo, se inventó toques de "tacón", pases de fantasía, bicicletas al estilo brasileño y disparos que pasaban cerca del marco.
El Gallo salió sin espolones, llegó un par de ocasiones con Loroña y Ricardo Jesús, pero ambas terminaron en las manos de un seguro Patiño.
Ambriz no lo podía creer, su equipo no generaba y en cualquier momento parecía que se cedería una ventaja más amplia, aunque Atlante se cansó de fallar, sin más por el momento, se fueron al descanso.
El complemento necesitaba cambios para los Gallos y Ambriz no dudó en hacerlo, dejó en la banca a los desaparecidos Loroña y Ricardo Jesús para darle ingreso a Velasco para reforzar la media cancha y a Camilo Samvezzo para volverse más peligroso en ataque.
El cambio funcionó por algunos momentos, la velocidad de Sanvezzo y la calidad de Velasco se hicieron sentir, incluso, en una pared entre Camilo y William llegó el empate para la visita, los brasileños se juntaron y parecía que sería el acabóse de los atlantistas, aunque un héroe traería de regreso a los Potros.
Michael Arroyo volvió a la carga, con su técnica y verticalidad aprovechó un gran pase de Pájaro Gutiérrez para darle la ventaja al Potro. Pero no conforme con eso, Arroyo se sacó un disparo de la chistera para anotar un golazo.
¿Todo terminaría ahí? la respuesta fue negativa, el ecuatoriano no quiso especular y aprovechó una falta a favor para marcar su cuarto en la noche, éste último con la complacencia del portero García.
Todo parecía definido, mas el Gallo no dejó de pelear y quiso regresar, logró acercarse con un segundo gol de William, pero Marini, quien mandó a Uscanga a la cancha, cerró el encuentro y no deja de soñar con la salvación de un Potro, que ayer arrolló a Querétaro y se puso a tres puntos del Atlas en la lucha por la permanencia. (Agencias)