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IGUALA, Guerrero, 18 de diciembre.- "¡Queremos que nos entreguen a nuestros hijos! ¡Asesinos!", así es como se manifiestan en la entrada principal del 27 Batallón de Infantería, en Iguala, padres de los 43 normalistas desaparecidos el pasado 26 de septiembre.
Padres de los normalistas desaparecidos en Iguala, Guerrero, protestaron afuera de la entrada principal del 27 Batallón de Infantería, para exigir el regreso con vida de sus hijos.
Alrededor de 150 familiares de los estudiantes de Ayotzinapa, acompañados por el abogado de la organización Tlachinollan, Vidulfo Rosales, exigen el regreso con vida de sus familiares.
"Van a sentir en carne propia lo que nosotros sentimos", arengan. "Les gustaría que el 44 fuera alguno de sus hijos".
Un señor, sin identificarse, se acercó a uno de los militares y le exigió que le regresen a los estudiantes.
Padres de los 42 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa bloquean la entrada principal del 27 Batallón de Infantería, ubicado en la cabecera municipal de Iguala.
Los padres de familia aseguran que los elementos del 27 Batallón no hicieron nada para evitar los ataques perpetrados por la Policía Preventiva Municipal la noche del 26 de septiembre.
Esa noche, alumnos de primer y segundo grado de la Normal Rural de Ayotzinapa fueron atacados a poca distancia del cuartel militar, las agresiones fueron cometidas por policías preventivos y supuestos sicarios del grupo del crimen organizado denominado como Guerreros Unidos.
Los jefes de familia de Ayotzinapa no están solos, los acompañan familiares de personas que han desaparecidos en los últimos cinco años, al parecer a consecuencia de la pugna entre grupos delincuenciales.
Aunque hubo intercambios de palabras entre los soldados que vigilan la entrada principal y los manifestantes, no se registraron jaloneos y los padres agraviados pudieron instalar el bloqueo.
Exigen que se permita una revisión del cuartel, pues aseguran que los desaparecidos fueron llevados al destacamento antes de que los entregaran a los pistoleros de Guerreros Unidos.
Sostienen que la omisión en que incurrió la milicia durante la noche del 26 de septiembre no puede entenderse más que como una actitud permisiva, que raya en la complicidad. (Agencias)