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México (19 de febrero).-
Los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos pidieron al Papa Francisco ser recibidos en nombre de miles de víctimas que esperan justicia en el País.
Esta demanda la hicieron llegar al Papa a través de la carta entregada en la Nunciatura Apostólica por jesuitas el pasado 14 de febrero. Sin embargo, el encuentro jamás se dio.
“Queremos pedirle de la manera más atenta y fraterna que nos conceda la oportunidad de escuchar brevemente, de algunos de los padres y de las madres, el dolor y la esperanza que todavía nos mantiene unidos y en búsqueda”, indicaron en el texto.
“Sabemos que no somos las únicas víctimas que han hecho esta solicitud, pero también confiamos que sabrá reconocer en nuestros rostros que encarnamos el sufrimiento de muchos y muchas que esperan justicia en el país; un gesto de amor hacia nosotros será sin duda un gesto de compasión hacia todas las víctimas de nuestro México lacerado”.
En la carta, fechada el 13 de febrero de 2016, los padres expresaron que conocían los sentimientos del Papa por los que pide insistentemente a todos los hombres y mujeres de buena fe para que vayan a las fronteras.
“Nosotros, Padre Francisco, nos encontramos con nuestros seres queridos en las mismas fronteras de la pobreza y la indefensión. Más aun, con la desaparición de nuestros 43 hijos de Ayotzinapa, desde hace ya 16 meses en Iguala, Guerrero, nos encontramos ya en las fronteras del dolor y la tristeza, aunque firmes en la esperanza.
“Esperamos de usted, Padre Francisco, una palabra de aliento y de esperanza, que nos impulse a seguir soportando este dolor y a no desfallecer en la búsqueda de nuestros queridos hijos, así como en la exigencia de justicia”.
Señalaron que el Papa traía esperanza, porque venía a mostrar la misericordia del Padre hacia todos los hombres y mujeres de buena fe y profundamente necesitados.
También indicaron que Francisco venía a traer a los mexicanos la fortaleza para reconstruir el maltrecho tejido social, lastimado en todo el País.
Dijeron conocer la preocupación de Jorge Bergoglio por la violencia y la inseguridad en México, que, señalaron, lleva a lastimar cruel e injustificadamente a miles de familias pobres.
La misiva de una hoja y media de extensión está firmada por las madres y los padres de los 43 jóvenes desaparecidos en Iguala el 26 de septiembre de 2014.
Desde meses antes de la visita del Papa, los padres de los normalistas plantearon una reunión privada con el pontífice, oportunidad que se buscó hasta el último día del viaje pastoral.