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*México (15 de marzo).-
Desesperado por la muerte de su hijo, al que unos sujetos asesinaron por salvarlo de ser secuestrado, el empresario José Carlos Hernández Marín protestó por la inseguridad que prevalece en Veracruz con el cuerpo del joven, que llevó a la Plaza Lerdo a bordo de una carroza fúnebre.
“Estoy muy dolido con nuestra autoridad, que creo que no hace nada o yo no veo nada. Soy una persona honrada, soy una persona pobre, pero que sueña en grande, y lo que tenemos es, gracias a Dios, a base de trabajo. Necesitamos poner un alto a esto, todo este tipo de problemas”, afirmó.
“¡Ya estamos hasta la madre, porque la verdad no sé qué tendrá que pasar para que alguien haga algo!”
Hernández Marín afirmó que no sabe cómo lograr que se le brinde atención.
“No sé a quién dirigirme o a qué persona para que pueda atendernos, pero yo exijo justicia, pues la vida de mi hijo no puede quedar así y menos de esos malandros”, expresó el empresario, quien acompañado de familiares decidió desviar el cortejo fúnebre hacia el Palacio de Gobierno y detenerlo enfrente, en la Plaza Lerdo.
El empresario, quien es dueño de la cadena de restaurantes Pollos Campirano, relató que su hijo Carlos Fernando, de 16 años de edad, fue asesinado el sábado al filo de las 20:00 horas, cuando unos sujetos intentaron secuestrarlo.
Narró que el adolescente, sin arma alguna, lo defendió y salvó también a su hermano menor.
“Mi hijo dejó la vida por salvar a su padre y salvar a su hermanito, por lo que le admiro el valor, porque él, sin arma alguna, decidió arriesgar su vida y se enfrentó a los malandros armados con armas de alto calibre”, refirió.
Hernández Marín reconoció que rindió su declaración ante la Fiscalía General del Estado, en la que describió a los agresores, pero a dos días de los hechos, él se encuentra desprotegido.
“Supuestamente nos iban a dar protección, pero ahora me siento indefenso, porque soy muy fácil de localizar, pero no me da miedo morir”, expresó son su voz quebrantada.