257 palabras
*México (26 de mayo).-
Una norma no escrita en el condado de Palo Alto, California, está costando a Mark Zuckerberg un quebradero de cabeza. Tanto que el creador de la mayor red social del mundo ha tenido que hacer públicos sus planes de reformas a su casa. Con la llegada de la pequeña Max el pasado noviembre, su primera hija con Priscilla Chan, ha dejado de lado su último capricho, una casa cerca del lugar de encuentro de los jóvenes en San Francisco, Dolores Park. El problema que tiene ahora es que para poder hacer una obra o cambiar la casa los vecinos deben aprobarlo.
Según la documentación oficial presentada el 16 de mayo a las autoridades, Zuckerberg, de 32 años, quiere demoler las cuatro casas de los vecinos. “La cantidad de metros cuadrados construidos será menos, pero los nuevos edificios y sus jardines se integrarán con los jardines y el resto del barrio”, se detalla.
Cuando la fama de Zuckeberg comenzó a poner en peligro su seguridad y privacidad decidió comprar las cuatro casas de su manzana. Convenció a los anteriores dueños para que pasasen a ser inquilinos. Él sería el casero. De este modo, ganaba su complicidad. Si ya le conocían de antes, ¿por qué le traicionarían? ¿Qué interés tendrían en contar a la prensa y curiosos cómo es su vida privada? El plan, salvo por un vecino, funcionó.