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*México (11 de agosto).- Tres minutos, ese es el tiempo que tuvieron unos 600 mexicanos para reunirse con sus familiares y abrazarlos a la mitad del Río Bravo, en Ciudad Juárez, Chihuahua, sin que mediaran muros entre sus cuerpos.
La multitud fue separada en grupos de 10 personas y unos y otros cruzaban corriendo sobre los charcos de agua para tocarse. “Veinte años sin verlos”, dijo Minerva Rayo, quien se reencontró con sus hermanos en este río, frontera natural entre México y Estados Unidos.
“Tenía 10 años sin ver a mis nietos” , dijo Rosa Martínez, una abuela de 86 años que vive en Ciudad Juárez.
En las imágenes no solo se vieron abrazos y lágrimas, sino a familias enteras fotografiarse sobre el lodo.
Este reencuentro fue organizado bajo el lema “abrazos, no muros” por dos organizaciones proinmigrantes: el Instituto Fronterizo Esperanza y la Red Fronteriza de los Derechos Humanos. Luego de cruzar la alambrada que refuerza la frontera del lado estadounidense, las reuniones se dieron en una zona del estrecho río del lado mexicano en la que apenas se formaban algunos charcos.
Se estima que en Estados Unidos viven unas 11 millones de personas indocumentadas: 5.6 millones son mexicanos, según cifras de 2014 del Pew Research Center.