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México (28 de agosto).-
Hace unos días leí un par de esas noticias que causan indignación: la primera, que Peña Nieto felicitó al boxeador mexicano Misael Rodríguez por haber obtenido una medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. La segunda, que un joven estudiante yucateco, Gustavo Humberto Vargas de los Santos, está solicitando contribuciones del público para poder asistir a la Olimpiada Iberoamericana de Matemáticas Universitarias (OIMU), que se celebrará en la ciudad brasileña de Manaos del 11 al 17 de septiembre venidero.
Ambas noticias, en apariencia totalmente divorciadas entre sí, tienen sin embargo algo en común: en ambos casos muestran la falta de respaldo oficial a jóvenes talentosos —en el deporte uno, en el campo intelectual el otro— que se esfuerzan por representar dignamente a México.
En efecto, después del triunfo de Rodríguez en Río, se supo que para poder competir tuvo que allegarse por sus propios medios los recursos económicos necesarios, con gran esfuerzo e incluso recurriendo al “boteo”, como se denomina popularmente la solicitud de dinero en la vía pública o los medios de transporte. Sólo así pudo el pugilista mexicano pagar su asistencia en 2015 al campeonato mundial de boxeo en Qatar, donde logró la clasificación indispensable para participar en los Juegos de Río. Eso sí, en cuanto se supo del triunfo que dio a México su primera medalla de bronce, Peña Nieto se apresuró a enviarle una felicitación por su “pasión, preparación y perseverancia”.
Por lo que respecta al joven universitario Vargas de los Santos, hay que recalcar que no se trata de un advenedizo que sin mayores méritos pretenda viajar a la olimpíada de matemáticas. Por lo contrario, tiene sobrados méritos para ello, como lo demuestra su historial en ese aspecto, que se remonta a 2009, cuando siendo estudiante de secundaria, participó en la Olimpiada Mexicana de Matemáticas y obtuvo mención honorífica. En 2010, todavía como alumno de secundaria, participó en la OMM de ese año y logró medalla de plata.
Al llegar a la preparatoria en la Universidad Autónoma de Yucatán, participó nuevamente y tres años consecutivos logró medalla de plata. Ya como estudiante de licenciatura, compitió en las ediciones 2014 y 2015 de la Olimpiada Iberoamericana de Matemáticas y en ambas —realizadas en Guanajuato en la sede del Centro de Investigación en Matemáticas— obtuvo medalla de bronce, igual que, el año pasado, en la VII Competencia Universitaria de Matemáticas en la Ciudad de México. Viajar a Manaos, sin embargo, representa un gasto fuera de sus posibilidades económicas. Por ello, y ante la falta de apoyo por parte de la Universidad Autónoma de Yucatán y el gobierno del estado, se ha visto precisado a solicitar donativos.
Decía al principio que este tipo de noticias causan indignación. Uno se pregunta cómo es posible que los gobiernos escatimen los pocos miles de pesos que cuesta un viaje a Brasil y obliguen a jóvenes brillantes a convertirse en pedigüeños, no para su propio beneficio, sino para honra del país.
Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx