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México (4 de octubre).-
De continuar con el impuesto de 10 por ciento a las bebidas azucaradas en el País, en una década se podrían prevenir hasta 173 mil nuevos casos de diabetes y reducir la prevalencia de obesidad en 6.38 por ciento, afirmó Simón Barquera, investigador del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
Y si el impuesto aumentara a 20 por ciento, estimó, se prevendrían en 10 años hasta 341 mil nuevos casos de diabetes y la prevalencia de obesidad disminuiría 9.57 por ciento.
“Esto es muy importante porque estos beneficios traerían definitivamente una gran inyección de productividad y un gran ahorro al País en términos de las consecuencias que tienen estas enfermedades”, subrayó.
El también director del Área de Investigación en Políticas y Programas de Nutrición del INSP explicó que los beneficios serían mayores para las personas que más bebidas azucaradas consumen.
En el 25 por ciento de los mexicanos que ingieren más de 400 ml. de refresco, detalló, el impuesto podría reducir hasta en 18 por ciento la prevalencia de obesidad.
Barquera sostuvo que estos datos, analizados en el INSP, muestran que las medidas fiscales son importantes para combatir la diabetes y la obesidad, pues sí merman el consumo de bebidas azucaradas.
Agregó que se requieren de 5 a 10 años para ver el impacto positivo en la prevalencia de esas enfermedades crónicas porque son padecimientos que tardan años en desarrollarse.
“Las enfermedades crónicas toman más de 10 años en desarrollarse. Una buena forma de evaluarlo requiere de más tiempo”, mencionó.
El especialista indicó que por ahora el impuesto a los refrescos ha logrado bajar 6 calorías per cápita en México, lo que se traduce en 1.25 gramos menos de azúcar por individuo.
Sin embargo, resaltó, si se considera que hay alrededor de 123 millones de mexicanos, serían 738 millones de calorías menos y, por lo tanto, 82 mil kilos menos por consumo de bebidas azucaradas.