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México (5 de octubre).-
Muy poco jugadores de la NFL podrían darse el lujo de servir un “castigo” como el de Tom Brady por su supuesta participación en el “Deflategate”.
El pasador de los Patriotas cumplió la sanción de cuatro juegos y está listo para regresar el domingo a los emparrillados y todo parece indicar que su primera víctima será Cleveland.
Lo que en un principio pintaba para convertirse en un calvario en Nueva Inglaterra, el equipo supo sortear la ausencia de su líder para salir con la victoria en tres de los cuatro compromisos. Los suplentes Jimmy Garoppolo y Jacoby Brissett tienen a la organización en la cima de la AFC Este… y no se ve quién la pueda mover de ahí.
Brady disfrutó cada minuto de su sanción, pese a que no podía visitar las instalaciones de los Patriotas. Incluso su esposa, la modelo brasileña Gisele Bündchen colaboró para que el mariscal no perdiera la puntería.
“No se preocupen muchachos. Lo mantendré listo”, publicó la chica de Ipanema en su cuenta de Instagram junto a una foto en la que ella atrapa un ovoide lanzado por su marido.
Gisele no fue la única que “entrenó” con Tom, pues el ex receptor de Nueva Inglaterra Wes Welker también visitó a los Brady y realizó algunos pases con el cuatro veces campeón del Súper Tazón.
La baja de Brady afectó a más de uno, como el receptor Julian Edelman, quien comparó la situación como cuando alguien cercano va a prisión.
“No voy a mentir, es como si uno de tus camaradas fuera a la cárcel”, puntualizó el ala abierta. Brady se tomó las cosas con más calma para su última semana sin trabajo y fue sorprendido en Italia tomando el sol con poca ropa junto a Gisele.
La polémica del “Deflategate” parece haber llegado a su fin. Brady terminó su condena y está dispuesto a castigar a todas las defensivas que se le pongan enfrente para comprobar que con o sin balones desinflados es uno de los mejores QB en la historia de la NFL.