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México (20 de octubre).-
Tras prevenir el asesinato de su madre, Barry (Grant Gustin) regresa al presente con Eobard Thawne (Matt Letscher) para aprisionarlo en una jaula que neutralice su velocidad.
Con su némesis encapsulado, The Flash está listo para gozar de su nueva realidad y dejar atrás el pasado, sin saber que sus acciones al alterar los multiversos tendrán consecuencias catastróficas.
“Cuando encontramos a Barry al inicio de la tercera temporada, él vive con una ignorancia dichosa y no se da cuenta de los cambios que suceden a su alrededor.
“Lleva tres meses viviendo en una realidad errónea y tendrá que enfrentar lo egoísta de sus actos”, adelantó Gustin en entrevista en la pasada Comic Con.
Estas alteraciones se ubican en el arco argumental “Flashpoint”, favorito de los fans del cómic, en donde distintas realidades alternas chocan entre sí y donde los personajes tienen distintas facetas.
“El argumento de Flashpoint no durará tanto como algunas personas esperarían, pero sí habrá efectos permanentes en el resto de la serie”, puntualizó Gustin.
Desde el primer episodio se notan estos cambios: los dos padres de Barry están vivos; Joe tiene una mala relación con Wally e Iris; Cisco es multimillonario, y Caitlin es una oftalmóloga pediatra.
Además, esta Central City alterna tiene su propio velocista, Kid Flash, quien se une a The Flash para derrotar al villano conocido como “The Rival” y tratar de componer las memorias difusas del protagonista.
“Este tipo de efectos colaterales estarán durante toda la temporada. Todo puede sonar muy enredado y hasta tedioso, pero realmente estamos haciendo algo muy cool”, aseguró el productor ejecutivo Todd Helbing.
Sin embargo, cuando aparentemente Barry restablece su línea temporal, los verdaderos problemas empezarán a surgir, con la llegada de dos villanos: Doctor Alchemy (Tobin Bell) y Julian (Tom Felton).