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México (26 de octubre).-
El soborno es una de las formas más antiguas a las que recurre el ser humano para conseguir algo sin importar clase social o profesión, pues se da en todos los ámbitos.
Fue así que un juez de Carolina del Norte llamado Wayne Arnold O. Jones II, que sospechaba infidelidad por parte de su esposa, recurrió a la vieja práctica para confirmar su corazonada.
Arnold acudió a un agente del FBI para pedirle ayuda con el fin de conseguir, de manera ilegal, el registro de llamadas y mensajes del número telefónico de su esposa.
Dicha acción tenía un precio y fue entonces que el juez ofreció pagar al agente dos cartones de cerveza Bud Light, además de 100 dólares en efectivo.
El pacto estaba hecho y acordaron una cita para que el agente entregará un disco con la información al juez, a su vez que éste entregaba las cervezas.
Sin embargo, Arnold no contaba con que el agente había reportado a sus superiores sobre el caso, por lo que un día después de la cita el juez fue detenido.
Arnold fue declarado culpable de tres delitos graves: sobornar a un funcionario público, pagar una gratificación a un funcionario público en forma corrupta y tratar de influir en un procedimiento oficial.
El juez está a la espera de recibir su sentencia en una audiencia programada para el 23 de enero del próximo año. En tanto, sus abogados adelantaron que apelarán.