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México (26 de octubre).-
La Iglesia Católica argentina anunció ayer que terminó la clasificación de los archivos que poseía vinculados a la última dictadura militar (1976-1983) y que podrán ser consultados por primera vez por víctimas y familiares.
En conferencia de prensa, el arzobispo de Buenos Aires, Mario Aurelio Poli, indicó que “la Iglesia no le teme a los archivos, contienen la verdad histórica”, pese a que la jerarquía católica apoyó a los dictadores y a la represión.
La clasificación fue realizada por Poli, los arzobispos José María Arancedo y Mario Antonio Cargnello; el obispo Carlos Humberto Malfa; el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolín; y Richard Paul Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados.
Este equipo trabajó con documentos que están en la sede de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), la Nunciatura de Buenos Aires y el Vaticano y que fueron catalogados y digitalizados por orden del Papa Francisco.
En un comunicado, la Conferencia Episcopal Argentina explicó que, de acuerdo con un protocolo que se establecerá en fecha próxima, podrán consultar los documentos las víctimas y familiares directos de los desaparecidos y detenidos y, en el caso de religiosos o eclesiásticos, también sus superiores.
El presidente de la Conferencia Episcopal, arzobispo José María Arancedo, aclaró que “el camino de la verdad es un camino de justicia y en última instancia a la reconciliación”.
Consultado sobre si el material de los archivos arrojará luz sobre una eventual complicidad con la dictadura, Poli remarcó que “la Iglesia hizo lo que tenía que hacer”.