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Dos estrella y media
"Super 8" es un proyecto producido por Steven Spielberg y escrito y dirigido por J. J. Abrams (creador de la teleserie Lost). Aún con su amplia experiencia televisiva, los trabajos de Abrams se caracterizan por un formato artificioso y contenidos ingenuos y hasta infantiles. Quizá por ello hizo gran mancuerna con Spielberg.
La historia nos narra las andanzas de un grupo de jovencitos que desean hacer una película de zombies en un pequeño pueblo de Ohio. En pleno rodaje, son testigos de como una camioneta se impacta con un tren provocando un descarrilamiento. El problema es que ese tren lleva una carga muy peligroso: un misterioso monstruo que al liberarse sembrará el terror entre los lugareños. Una intriga militar, conflictos familiares y los obligados temas alienígenas que parecen no cansar a Steven Spielberg, hacen de "Super 8" un concentrado poco creativo de muchos otros filmes del mismo género.
A manera de homenaje —o carencia creativa— Abrams recurre a situaciones tomadas de "Encuentros cercanos del tercer tipo", "E.T." y, especialmente, los B Movies ochenteros sobre monstruos mutantes que atacan pueblitos en Estados Unidos.
La estructura es prácticamente la misma empleada en la fallida "Cloverfield": un monstruo que azota un lugar y da pie al previsible itinerario de cualquier cinta de horror. Persecuciones, criaturas que saltan en la oscuridad, personajes tomando decisiones absurdas que ponen en peligro sus vidas, el rescate de la persona en desgracia y el ansiado enfrentamiento final con la grotesca criatura.
Todo el cine de Abrams ("Misión imposible III", "Star Trek", "Cloverfield") padece de esa simpleza argumental cargadas situaciones inocentes. En este sentido, la elección de un elenco infantil parece bastante acertada. Solo en la cándida mente de un niño resulta creíble que la información y las evidencias lleguen con tanta facilidad y que sus protagonistas tengan tanta valentía y arrojo.
Los atributos de "Super 8" se limitan meramente a la forma: una correcta ambientación de finales de los 70's, un diseño de vestuario fiel a la época y a las temperamentos de los personajes, efectos visuales y sonoros que llegan a las cotas deseadas de espectacularidad y un grupo de actores infantiles bien seleccionados.
Desgraciadamente el fondo es el mismo y aún con sus influencias ochenteras, nos quedamos con otra película que no ofrece nada nuevo y se ajusta a parámetros caducos desde los años 90. Hay demasiados facilismos y las soluciones a los conflictos no salen de lo previsible. Abrams es un digno hijo de Steven Spielberg. Un diestro artífice de envoltorios bonitos pero vacíos en su interior.
Lo mejor: las actuaciones de los protagonistas infantiles (Joel Courtney, Elle Fanning y Riley Griffiths), el apartado visual y un par de escenas cargadas momentos de suspenso y que prefieren sugerir más que mostrar.
Lo peor: Abrams acaba cayendo en facilismos, en recetas desgastadas y en una innecesaria terquedad de explicarlo todo.