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¿Qué opinión le merecen los que sí fueron considerados para las candidaturas plurinominales Erick Rubio Barthell y Jorge Carlos Marín?
—Erick Rubio tiene una larga trayectoria legislativa y es una persona muy vinculada al grupo que representa Emilio Gamboa, relacionado con los intereses fuertes de la radio y la televisión en el país. Entonces, tiene un sentido su presencia. Jorge Carlos Ramírez también ha sido una persona que ha tenido un trabajo político intenso; es persona cercana a la la presidenta del comité nacional, con una gran participación como vicecoordinador en el período 2000-2003. Fue muy difícil esa candidatura y estoy segura de que va a ser un buen papel legislativo y que va a aportar mucho al conjunto.
—No cuestiono a los que están, pero me pregunto por qué no están otros, como Enrique Jackson, Manuel Ángel Núñez Soto y Enrique Martínez, por ejemplo.
[Como se recordará, Emilio Gamboa Patrón y Erick Rubio Barthel defendieron en el Senado la posición de las grandes televisoras para la aprobación de la polémica "Ley Televisa", que favorecía los intereses de esos grandes consorcios, incluído TV Azteca. Por el contrario, un grupo de senadores de diferentes partidos entre los que destacaban Dulce María Sauri por el PRI y Javier Corral Jurado del PAN, entre otros de diferentes partidos, impugnaron dicha ley ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, lo que obligó a regresar el ordenamiento al Congreso. La exclusión de la ex senadora Sauri Riancho de las actuales listas plurinominales podría interpretarse también como parte de un veto de las Televisoras acatado por el PRI, contra los políticos que impugnaron la Ley Televisa. Al respecto es notoria la mutua relación que mantiene la gobernadora Ivonne Ortega con Televisa. Relación abonada con los pagos del gobierno del estado al CRIT y la frecuente realización de programas de dicha empresa en el estado, en los que la gobernadora ha aparecido hasta en la sección de recetas de cocina y que se dice tienen relación con pagos que hace el gobierno del estado a Televisa. Nota de A7.]
¿Cuál es el panorama político que se está dibujando para que el PRI pueda volver a la alcaldía de Mérida en las próximas elecciones?
—La primera cuestión es el referente inmediato de la elección del 2007. En ella, la gobernadora [Ivonne Ortega] ganó Mérida por una diferencia de más 20,000 votos. Curiosamente... fueron casi el mismo número de votos que obtuvo en Mérida Ana Rosa Payán para gobernadora.
—Además, la presidencia municipal de Mérida la ganó Acción Nacional con una diferencia mínima de 1,500 votos, si mal no recuerdo. Entonces, creo que con base en los números hay razones fundadas para pensar o considerar que el PRI puede ganar la presidencia municipal.
"El PAN perdió su alma. El poder se la llevó"
Además de las cifras, ¿qué otra causa ha estado colaborando al detrimento del PAN?
—Siento, como observadora del PAN de Yucatán de tantísimos años y de los partidos políticos, que el PAN perdió su alma. El poder se la llevó.
¿Por qué dice que Acción Nacional perdió su alma?
—Porque fue oposición toda su vida y cuando se volvió gobierno quizó gobernar como el PRI y no me refiero a la eficiencia de las administraciones priístas –que hay cosas que discutir— sino a que repitió los peores vicios del PRI que toda su vida denunció.
—Y para mí lo más duro para Acción Nacional de lo sucedido en 2007, fue la derrota moral. Cuando ese sector amplio de la ciudadanía, especialmente de Mérida, asumió que el PRI y el PAN son lo mismo.
—Yo no dejaría que a mi partido lo pusieran igual que al PAN, pero la percepción de ese sector de ciudadanos que no tienen partido político, pero que cada elección votan y que lo hacían por Acción Nacional por considerarlo una opción limpia y diferente, en el momento en que se dan cuenta, no por los opositores, sino por voz de una militante tan relevante como Ana Rosa Payán, de que las cosas que pasaban al interior del PAN lo ponen a la altura de los peores vicios del PRI, en ese momento el PAN tiene una derrota moral.
¿Cree que esas son las razones de más peso para que el PRI pueda volver a la alcaldía de Mérida?
—No, hay otro factor interesante: el desgaste de gobierno. Los mejores gobiernos no son necesariamente los que su partido vuelve a ganar en la elección y los peores, los que pierden. Recuerdo muy bien el 2000, el gobierno del presidente Zedillo estaba en la cúspide de la recuperación económica. Después de la crisis del 95, la tasa de crecimiento del PIB era de 7%. El país en general era tranquilo; se habían minimizado los conflictos, especificamente el de Chiapas. La gente, la mayoría de la sociedad, quería un cambio seguro y votó por Acción Nacional y por Fox.
—Los votantes pueden decir: ya tengo todo esto, ya es hora de buscar otra cosa.
Cuando usted mencionaba hace un momento que el PAN había caído en algunos vicios del PRI, ¿ a cuáles se refería?
—Por ejemplo, en el caso del proceso interno, los peores vicios del PRI —más los vicios el PAN se imagina que tiene el PRI— es la imposición por parte del gobernante del candidato: el dedazo.
—Para mí es inexplicable, porque dentro de los atributos del PAN estaba el de ser un partido democrático en lo interno, que en la lucha de la candidatura del gobierno del estado el gobernador no pudo garantizar la libertad de sus militantes para elegir a su candidato. Y que conste que los tres candidatos de ese partido [Xavier Abreu, Ana Rosa Payán y Luis Correa] eran panistas; panistas porque no venían de otro lado más que de acción Nacional y además era gente con una larga trayectoria, limpia los tres —aunque hemos sido adversarios políticos todo el tiempo— como individuos les reconozco a los tres una gran calidad.
—¿Para qué demonios el gobernador quiere excluir? Si cualquiera de los tres pudo haber sido muy buen abanderado.
¿Cree que la historia pudo haber sido diferente si otro panista, en lugar de Xavier Abreu, hubiera representado al partido en las elecciones a gobernador?
—El hubiera no existe, pero en la política es terriblemente complicado imaginar. Pero si hubiese ganado la candidatura Ana Rosa, Xavier o Luis Correa en un proceso sin impugnaciones otra sería la historia a contar.
¿Cuál considera que fue el acierto clave del PRI en la elección a la gubernatura?
—El que independientemente de los desacuerdos en nuestro proceso interno, los cinco que perdimos en él respetamos la determinación del partido y no hicimos nada en contra de la candidatura para lastimarla o descarrilarla. Eso nos permitió desplazar toda la campaña sin problemas internos y creo que eso fue un factor importante. Por eso digo que fueron aciertos del PRI combinados con los errores de Acción Nacional.
—Creo que cualquiera de los dos en caso de ganar la diputación federal [Angélica Araujo y Rolando Zapata] va a ser el más fuerte aspirante a la presidencia municipal de Mérida y si además, ganara la alcaldía sería el más fuerte o la más fuerte candidata al gobierno del estado por parte del PRI.
—Por cierto, las candidaturas del PAN al gobierno del Estado no han pasado hasta ahora por la presidencia municipal de Mérida directamente. Por ejemplo, Patricio Patrón fue presidente municipal de Mérida, pero antes de ser gobernador volvió a ser diputado local y luego, senador. (Según revisamos, Patricio Patrón solo fue diputado local una vez, antes de ser alcalde. Nota de la Redacción)
Entonces, ¿si cree posible que el PRI gane la alcaldía de Mérida el próximo año?
—Es absolutamente posible.
En cuanto a la elección de diputados federales, ¿cómo cree que será la contienda? ¿Sucia?
—Aunque las campañas de diputados federales son frías, frías porque los votantes los ven muy lejos y no se entusiasman con ellos, creo que ésta va a ser una contienda judicializada y cuando digo judicializada me refiero a que todos y cada uno de los pasos de los partidos van a ser denunciados ante las autoridades electorales e incluso algunas demandas van a llegar al tribunal electoral. Es una situación, en ese sentido, inédita.
En cuanto a la presidencia de la República, ¿cree el PRI que la va a poder recuperar?
—Creo que hay la posibilidad de llegar a la presidencia de la República, aunque no me gusta usar el término recuperar, porque la recuperación me da la impresión de que es llegar para hacer lo mismo que se hacía antes y eso de ninguna manera lo debería hacer el PRI. Pero creo que hay una cosa aún más grave que el gobierno que hemos tenido desde el 2000 y es que el retorno del PRI sea para hacer lo mismo.
—Llegar a la presidencia en el 2012 es una posibilidad real que tiene el PRI; pero que tiene una importantísima estación ahora el 5 de julio y posteriormente, en la actuación de su bancada, de su grupo parlamentario en la cámara de diputados en los siguientes años, además de los otros factores políticos muy importantes, que son los gobernadores. Así se puede construir una posibilidad que ahora aparece en el horizonte.
—Pero quizá soy muy escéptica... después de lo que pasó en la elección local más importante, por el número de electores, que es la del Estado de México —había ganado de forma holgada con Enrique Peña Nieto en ese septiembre de 2005, cuando aterrizó la postulación de candidatos a la presidencia de la República, cuando el PRI aparecía como primer lugar, y nueve meses después, el 2 de julio, el PRI quedó en tercer lugar en la elección presidencial. Tengo presente el dicho popular: "Del plato a la boca se cae la sopa"... No hay que olvidarlo nunca. L.I.