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Yaxché Casares es una pequeña subcomisaría de alrededor de cien habitantes, donde se ha presentado un problema entre sus pobladores, debido al cambio del operador del agua potable de la comunidad.
Al centro, la subcomisaria de Yaxché Casares, Josefina Nahuat Sulub, que acudió a ver al alcalde Renán Barrera para solucionar el problema existente en su comunidad por la imposición de Libia Sulub Trejo, como operadora del agua potable
A decir de la subcomisaria municipal, Josefina Nahuat Sulub, el problema se presenta debido a la pretensión de alguien de imponer en el cargo a la señora Libia Sulub Trejo, desplazando al señor José Casimiro Puc Cetina, persona con discapacidad visual y auditiva.
Gente de la comunidad entrevistada a las puertas de palacio municipal, manifestó que el cambio es injusto primeramente porque don Casimiro desempeñaba correctamente sus funciones y en cambio, la señora Sulub Trejo no goza de la simpatía de los habitantes de la comunidad, pues cuando se le ocurre, priva del servicio a quien incurre en la mala fortuna de indisponerse con ella. Lo anterior, independientemente de que el señor Puc Cetina depende del empleo para su subsistencia y la señora Sulub Trejo, tiene maneras para vivir.
La disputa al parecer, deriva de un problema político partidista, toda vez que la gente de la comunidad acusa a la señora Sulub Trejo de utilizar su cargo para favorecer al Partido de Acción Nacional.
Los molestos habitantes de la comunidad, mencionaron que la señora Sulub Trejo se burla de ellos, diciendo que como caminó con el alcalde, Renán Barrera, recibió el puesto y que hagan lo que hagan, no podrán impedir que lo ocupe, pues cuenta con el apoyo de altos funcionarios del ayuntamiento.
Este elemento de la policía municipal de apellido Díaz, pretendió intimidar a la subcomisaria de Yaxché Casares y a las personas que la acompañaban
La subcomisaria, Josefina Nahuat Sulub, se quejó de que personal de obras públicas del ayuntamiento fue a exigirle que entregara las llaves del módulo del agua potable, circunstancia que no llevó a cabo ante lo repentino e inusitado de la situación, pues nadie del ayuntamiento se lo comunicó oficialmente. Lo anterior, además de que los pobladores de la comunidad se opusieron a la determinación.
Comentó que acudió a palacio municipal en busca de entrevistarse con el alcalde para aclarar la situación y exponerle el malestar generalizado de la comunidad, pero cuando llegó le dijeron que el primer edil no se encontraba.
Durante el transcurso de la entrevista, la subcomisaria fue informada vía telefónica que personal del ayuntamiento rompió el candado del módulo y lo entregó a la señora Libia Sulub Trejo, con la consecuente molestia del resto de la comunidad. La subcomisaria lamentó lo sucedido y expresó que esperaría al alcalde el tiempo que fuera necesario, en aras de resolver el problema y evitar enfrentamientos entre los integrantes de su comunidad.
Durante la entrevista un policía municipal de apellido Díaz, se acercó a los habitantes de la comunidad y a la subcomisaria, en actitud altanera preguntándoles que deseaban y al enterarse de la presencia de la prensa, modificó su postura inicial, diciendo que lo hacía para ver si alguien podía atenderlos. A final de cuentas, la situación no pasó a mayores.