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Rebecca Oas nos cuenta sobre un nuevo informe del Observatorio sobre la Intolerancia y la Discriminación de los Cristianos, con sede en Viena. Este, que pone de manifiesto una serie de ataques contra cristianos en Europa, fue presentado ante la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.
En Alemania, padres que procuran educar a sus hijos con una cosmovisión cristiana fueron arrestados y multados por intentar exceptuar a sus hijos del programa obligatorio de educación sexual estatal, según un informe del Observatorio sobre la Intolerancia y la Discriminación de los Cristianos que fue presentado ante la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (OACDH). En al menos tres ocasiones aisladas, se sancionó a padres cristianos debido a que el gobierno quería evitar sociedades paralelas. La escolarización en el hogar también sigue siendo ilegal en Alemania, pese a los motivos religiosos o culturales de los padres que desean ejercerla.
El informe describe numerosas instancias en las que las autoridades alemanas recurrieron a medidas opresivas contra los cristianos que actúan conforme a sus creencias religiosas y morales, como restringir actividades provida en las inmediaciones de clínicas abortistas y de centros de asesoramiento que recomiendan abortar. Solicita que Alemania reforme su legislación para que se contemplen excepciones legales para los farmacéuticos que se oponen a expender píldoras del día después por motivos religiosos. Alemania no extiende la protección legal de la objeción de conciencia a drogas potencialmente abortivas.
Se percibe una atmósfera de hostilidad en Alemania contra la cristiandad en las numerosas instancias de vandalismo, destrucción de propiedades y muestras difamatorias enumeradas en el informe. Muchas de ellas implican la destrucción o el ultraje de símbolos cristianos, iglesias y cementerios, así como de sitios de relevancia religiosa, como lo es el lugar de nacimiento del Papa Benedicto XVI.
El Observatorio documenta ataques a la libertad religiosa en Europa desde 2005 y recopila informes para dar a conocer estos asuntos a instituciones internacionales. Llena el vacío generado por la falta de cobertura de los medios acerca de la opresión que padecen los cristianos y de la antipatía hacia las creencias morales. Los periodistas y los políticos por lo general son más anticristianos que sus conciudadanos. Pero forjan la actitud del país, observó la dra. Gudrun Kugler, directora del Observatorio, en una entrevista para Mercatornet.
El informe del Observatorio fue presentado antes de la revisión que el Comité de Derechos Humanos efectuará sobre la implementación en Alemania del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Este convenio ratifica la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión, pero también afirma la protección de una libertad religiosa negativa, que se define como el rechazo de una religión y de sus símbolos. Los ejemplos proporcionados en el informe del Observatorio advierten de una sociedad que se está alejando de la libertad religiosa y que se encamina hacia una cultura que solo tolera ser libre de la fe.
El viernes pasado, el Relator Especial de la ONU sobre la libertad de religión o de creencias se dirigió al Tercer Comité de la Asamblea General en Nueva York. Haciendo eco de inquietudes análogas elevadas por el Observatorio, varios estados miembros preguntaron al dr. Heiner Bielefeldt sobre el equilibro entre los derechos de los niños y los de sus padres en cuanto a la educación religiosa.
El principio fundamental que subyace a la convención sobre los derechos del niño es que los padres son quienes velan por los derechos de los niños, de modo que los derechos de los niños naturalmente también requieren de la guía de los padres, respondió el dr. Bielefeldt.