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Lunes 5 de noviembre.- Astrónomos profesionales y aficionados han sido testigos de la radical transformación del cometa168P-Hergenrother, que atraviesa en estos momentos el sistema solar interior. Durante las últimas semanas, la roca helada ha sufrido una serie de impresionantes explosiones hasta el punto de que su núcleo se ha dividido en cuatro piezas distintas. Por fortuna, la trayectoria de este cometa es bien conocida y ni la pieza principal ni el resto suponen peligro alguno para la Tierra.
El Hergenrother ha sufrido una serie de explosiones en las últimas semanas. (NASA)
La fragmentación del cometa se detectó por primera vez el 26 de octubre por un equipo de astrónomos del Observatorio Remanzacco, utilizando el Telescopio Faulkes en Haleakala, Hawai. «El Hergenrother se está dividiendo», afirma Rachel Stevenson, investigadora del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA en Pasadena (California). «El núcleo se ha separado en al menos cuatro piezas distintas, lo que ha provocado un gran aumento del material en su coma». La coma o cabellera es la nube de polvo y gas que envuelve al núcleo de un cometa. Con más material que refleja los rayos del Sol, la coma ha aumentado su brillo considerablemente.
«Los fragmentos del cometa son considerablemente más débiles que el núcleo», apunta James Bauer, investigador principal adjunto de la misión Neowise de la NASA, del Instituto Tecnológico de California. «Son trozos de material que están siendo expulsados de su superficie».
Los interesados en observar el paso del Hergenrother deben apuntar sus telescopios -hace falta un buen equipo- al cielo nocturno y sin contaminación lumínica entre las constelaciones de Andrómeda y Lacerta. (ABC)