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México, 1 de marzo.- Si te sientes cansado en el trabajo y tu cerebro no da para más, una dosis entre 100 a 600 miligramos de cafeína en la oficina puede ser ideal para ayudarte a pensar con mayor rapidez y claridad, incluso hasta mejorar la coordinación corporal. Pero, ¿qué pasa si tu taza de café no surte el efecto despertador que esperabas?
La revista Quo en su edición de enero 2014 explica que algunas personas tienen más desarrollados los receptores neuronales, por lo que la cafeína les quita más el sueño que a quienes los tienen menos desarrollados.
“En el cerebro, la cafeína bloquea el efecto de la adenosina (sustancia química natural que regula la actividad cerebral) y por eso nos mantenemos despiertos”, explica el doctor y especialista en trastornos de sueño, Alberto Servín.
Esta sustancia al afectar el receptor de la adenosina, aumenta la actividad del neurotransmisor dopamina, por ello, incrementa el estado de alerta.
El doctor de la Facultad de Medicina de la UNAM, Alberto Lifshitz, detalla que lo mismo sucede con todo tipo de fármacos. De ahí que algunos medicamentos tengan más efectos sobre algunos individuos que en otros*.- (CNN)*