391 palabras
Madrid, 28 de febrero.- La comitiva fúnebre del músico Paco de Lucía, fallecido el martes en México a los 66 años de edad, ha llegado a las 13.30 al Auditorio Nacional, donde se ha instalado la capilla ardiente en memoria del genial guitarrista flamenco. A esa hora, eran ya centenares de personas las que le esperaban, formados en una hilera de luto y respeto que daba la vuelta al edificio.
10 coches negros escoltaban el cuerpo del artista, que viajaba en el interior de un Mercedes azabache, procedente del aeropuerto de Barajas. El cadáver ha llegado esta mañana a bordo de un avión comercial que partió de Cancún e hizo escala en Nueva York. Le acompañaban sus familiares más cercanos, muchos de ellos artistas, como su hermano, el también guitarrista Pepe de Lucía y la cantante Malú, su sobrina. El féretro se ha colocado en el escenario de la Sala Sinfónica, entre dos decenas de coronas de flores y bajo dos banderas, la andaluza y la española.
La intención de la familia era que el acto se hubiera celebrado en el Teatro Real. Paco de Lucía fue el primer músico flamenco en tocar en aquel escenario en 1975 y el tributo parecía lógico, pero no pudo ser, por razón de agenda del coliseo madrileño. No han disimulado sus allegados en la capilla ardiente el malestar tanto por ese hecho, como porque no se haya habilitado un transporte oficial para la repatriación del cadáver.
Media hora después, el Príncipe Felipe, acompañado por la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, y la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, ha llegado a presentar sus respetos al instrumentista. Además de centenares de ciudadanos, aficionados, admiradores y curiosos que han hecho cola desde las 9.30 de la mañana, han pasado por la capilla ardiente personalidades como Víctor Manuel, Ana Belén, María Rosa la Bailaora, Pepe Habichuela Josemi Carmona o Massiel.- (Agencias)