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México (26 de marzo).- La alta velocidad y no una falla mecánica fue la que causó el accidente que se cobró la vida del actor Paul Walker y su amigo Roger Rodas el pasado mes de noviembre, según informaron las autoridades en California.
La Oficina del Alguacil de Los Ángeles señaló que, según la información recuperada del sistema electrónico del Porsche en el que viajaban Walker y su acompañante, el automóvil era conducido a entre 80 y 93 millas por hora (entre 128 y 149 km/h) cuando se estrelló contra un poste y un árbol en la localidad de Valencia.
Según recuerda desde California el periodista de BBC Mundo Jaime González, las pruebas toxicológicas realizadas en los días posteriores al accidente concluyeron que ni Walker ni Rodas habían consumido drogas o alcohol.
González destaca que esta semana la prensa cinematográfica informó que el estudio Universal estaría planteándose la posibilidad de contratar a cuatro dobles y añadir efectos de imagen y sonido para completar las escenas que Walker no pudo terminar de rodar para la película “Fast and Furious 7”, que verá la luz en 2015.- (Agencias)