A pesar de su discapacidad motriz, se convirtió en profesionista y en candidato del PAN por el primer Distrito

Manuel Collí Dzul relata los obstáculos a los que se enfrentó para ser profesionista, candidato del PAN y un mejor ser humano.

Aunque la anécdota de los perros que lo perseguían mientras se dirigía a la escuela de Derecho en su silla de ruedas ha quedado atrás, Manuel Alejandro Collí Dzul, candidato a diputado del PAN por el primer distrito tiene muy presente que el haber pasado por innumerables obstáculos desde su nacimiento, como su discapacidad motriz, la falta de oportunidades de educación, los problemas económicos y la falta de la accesibilidad al transporte público, lo hacen un candidato que no sólo conoce en carne propia los problemas a los que se enfrentan los ciudadanos todos los días, sino también una persona dispuesta a hacer todo lo posible por cambiar la situación.

—Creo que sólo a través de la participación ciudadana se pueden cambiar las cosas y por eso, desde hace mucho lucho porque las cosas pasen y se hagan realidad.

"Dicen que me les morí"

Entrevistado en su casa de campaña, Manuel Collí relató que nació como un niño "normal", pero que la secuela de la polio le provocó parálisis en las piernas, lo que cambió definitivamente su vida.

Con emoción comentó que teniendo unos seis meses de edad, tuvo una fiebre muy fuerte que lo dejó en estado cataléptico, por lo que sus padres y familiares pensaron que falleció, pero que "revivió" durante los rezos

El Licenciado en Derecho y vecino de la colonia Melchor Ocampo II indicó que cuando vivía en San Antonio Sihó, en Halachó, llegó a pensar que su futuro era pedir caridad en una esquina del pueblo debido a que por su discapacidad no podía ir a la secundaria.

Manuel Collí Dzul, candidato del PAN a la diputación por el primer Distrito durante la entrevista con Artículo 7.

—La primaria fue difícil, pero mi padre se las arreglaba para llevarme a la escuela en su bicicleta y dejarme dentro del salón. Cuando él no podía, mis hermanos me llevaban cargado en sus espaldas, como si fuera un monito. Pero en la secundaria no se podía hacer eso porque quedaba a las afueras del pueblo y sólo era posible llevarme en vehículo.

Dijo que por ese motivo su familia se trasladó a Mérida, donde pudo estudiar su secundaria y parte de la preparatoria en el sistema abierto.

Agregó que al decidirse a terminar la preparatoria en la escuela "Conrado Menéndez Díaz" nunca se imaginó todos los problemas que acarrearía su decisión. Tenía que levantarse de madrugada para desayunar, vestirse y salir "rodando" desde su colonia hasta el plantel, lo que le llevaba una hora.

—Salía limpiecito y llegaba todo sudado y sucio por el esfuerzo. Tenía que llevar otra camisa para ponerme al llegar porque ninguna Combi ni camión me quería llevar. Si me iba mal, los perros de las colonias me perseguían e incluso me agarraban de la camisa porque no les gustaba el ruido que hacía mi silla de ruedas con las piedras del camino.

—Literalmente, me echaron los perros.

{xtypo_quote}Fui rey feo del Carnaval por un día.{/xtypo_quote}

Destacó que esa situación lo motivó a pedirle al dirigente del Frente Único de Trabajadores del Volante, Nerio Torres Ortiz, que ordenara a sus empleados darle parada y también pedirle a la regiduría de personas con Discapacidad del Ayuntamiento —que en ese año encabezó Xavier Abreu Sierra— que interviniera para hacer más accesible el transporte a personas con limitación motriz.

—No fue fácil. Algunas veces me tuve que esconder detrás de una cola de gente para que me subieran. Otras veces mis vecinos o compañeros de la escuela hacían la parada por mí y le pedían a los choferes que me llevaran. Luego, me hice su conocido y ya me dieron el servicio, aunque hubo uno que nunca pude convencer de hacerlo.

Manuel Collí saluda a ciudadanos de su distrito durante sus actividades proselitistas.

Añadió que simultáneamente a su carrera de Derecho en la escuela de la CTM comenzó a trabajar en el Instituto de la Juventud y el Deporte de Yucatán (INJUDEY), a donde entró como administrativo y terminó como encargado jurídico del subdirector.

—El trato que uno de mis jefes me dio me hizo ver las cosas distintas, pues me pedía cosas que me parecían muy difíciles para una persona que no puede caminar y pensé que era por falta de sensibilidad hacia mi discapacidad, pero luego entendí que su intención era hacerme independiente y tratarme como a los demás.

Señaló que gracias a todos los obstáculos que ha ido venciendo a lo largo de sus 40 años de vida es que se ha vuelto muy activo para ayudar y beneficiar a su colonia, ya que brinda asesorías jurídicas gratuitas en material familiar y civil, apoya con bastones, andadores y sillas de ruedas a sus vecinos, pelea junto con ellos por mejoras en su colonia y organiza actividades para los niños de la Melchor Ocampo II, como la reciente visita del ex futbolista Carlos Hermosillo, actual secretario de vinculación a la sociedad del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN.

—Por eso me emociono mucho cuando mis vecinos, los niños de las colonias cercanas, ex compañeros de la escuela o hasta proveedores de la tienda que tenía, me saludan y me dicen que me apoyan.

Manuel Collí comentó que antes de ser parte de la política su ilusión era ser rey feo del carnaval, ya que su intención era invitar a las personas con discapacidad a disfrutar, como el resto de la gente, de esta fiesta. Por ello se "lanzó" y ganó.

—Fui electo como rey feo del carnaval 2010, pero en diciembre de 2009, unos meses antes del festejo, me llegó la invitación para ser candidato a la diputación por el primer distrito y renuncié a mi reinado. Así que se puede decir que fui rey feo sólo por un día.

Enseñé a caminar a mi hija

—Estoy casado desde 2005 con Adriana Félix Gerónimo, que también tiene una discapacidad, aunque leve, pues lleva un aparato ortopédico en una pierna.

Divirtiéndose con esposa e hija en el parque.

Señaló que cuando la conoció en el 2002 se sintió atraído por ella, pero como aún estudiaba y tenía otras actividades las cosas no se dieron hasta un año después cuando finalmente pudieron platicar y conocerse mejor.

—Pero lo mejor ha sido la llegada de mi hija Cristina Isabel, porque no sólo me dio la oportunidad de ser papá sino también de enseñarle a hacer cosas que muchos pensarían que me son imposibles por mi discapacidad.

Como ejemplo, citó que enseñó a caminar a su hija, actualmente de tres años, con la silla de ruedas que él utiliza, ya que la niña se agarraba de la parte de atrás para dar pequeños pasos hasta que finalmente lo logró.

—También le colocó bastidores de hamaca como si fuera un andador de rehabilitación y de los que ella se agarraba para aprender a caminar.

A una pregunta, dijo que su hija, que no tiene discapacidad, sí le ha preguntado por qué no puede caminar a lo que le responde que fue porque no tomó sus medicinas siendo niño.

—Lo entiende y sabe que ella tiene que tener todas sus vacunas y tomar sus medicamentos para no enfermarse.

Finalmente, refrendó su compromiso con los meridanos de luchar por una mejor vida no sólo para las personas con discapacidad, sino para todos en general.

—Soy gente del pueblo, vivo y tengo los mismos problemas que el resto de los ciudadanos y si éstos me dan la oportunidad de representarlos, aprovecharé al máximo los dos años que estaría en el Congreso.

{xtypo_rounded4}Manuel Alejandro Collí Dzul

Estudia actualmente la maestría en Gobierno y Políticas Públicas en la Facultad de Economía de la UADY.

Se ha desempeñado como Coordinador de la Subdirección de Atención e Integración de Personas con Discapacidad; Coordinador del Departamento de Gestión y Apoyo a Personas con Discapacidad; Coordinador interno del DIF Municipal en el departamento jurídico y ha colaborado como profesor en el diplomado "Intervención Psicológica en la Educación Especial" en el módulo Inserción Laboral de las Personas con Discapacidad en el Centro de Estudios las Américas.{/xtypo_rounded4}