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BUENOS AIRES, Argentina, 3 de mayo.- Cuando Lucio Aquilanti leyó a los 14 años Casa tomada, el magistral cuento de Julio Cortázar, se quedó estático mirando por la ventana; esa tarde llegó a casa de una familia de libreros anticuarios y buscó qué había del escritor argentino que había fallecido días atrás —12 febrero de 1984—, encontró Bestiario y leyó el libro entero. Desde ese día han pasado 25 años y Lucio Aquilanti, librero anticuario como su padre, es el más importante coleccionista de la obra de Cortázar.
Este año que se cumple el centenario del natalicio del narrador argentino que revolucionó la literatura en 1963 con la publicación de Rayuela, nació el 26 de agosto de 1914 en Bruselas, Lucio Aquilanti está por concluir, en coautoría con Federico Barea, la bibliografía que no se había hecho de la obra cortazariana.
Bajo el título Todo Cortázar, este libro único y bello verá la luz acompañado de imágenes de todas las portadas de las primeras ediciones de los 150 libros que conforman la obra literaria de Julio Cortázar, incluidos los libros que hizo con artistas de todo el mundo, entre ellos con Julio Silva; pero además contendrá cientos de artículos aparecidos en diarios y revistas y escritos por Cortázar, así como entrevistas en primera voz y traducciones hechas por el Cronopio.
El homenaje particular que este librero anticuario y coleccionista de la obra de Julio Cortázar le rinde al escritor argentino incluye también una exposición de primeras ediciones que ya estuvo montada a principios del año en París, como parte de las actividades de Argentina como País Invitado de Honor del Salón del Libro de París como un homenaje a Julio Cortázar.
La muestra que en este momento se exhibe en la 40 Feria Internacional del Libro de Buenos Aires se ampliará considerablemente para exhibirse en el Museo del Libro y la Lengua en la ciudad, entre junio y septiembre, como parte de los festejos, y después comenzará una itinerancia por varias ciudades de todo el mundo, entre ellas Madrid. Probablemente también esté en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, que tiene a Argentina como país invitado.
“Mi papá era librero anticuario también, en esta misma librería Fernández Blanco, una librería que este año cumple 75 años. En el 89 yo entré a trabajar aquí, luego me asocié con el dueño en Aquilanti y después le compré acá y el otro fondo de comercio. Tengo 25 años de oficio que cumplo este año también, los mismos que le he dedicado a reunir la totalidad de las obras de Julio Cortázar”, asegura en entrevista Lucio Aquilanti.
El librero que ha dedicado 25 años de su vida a rastrear todo lo que existe sobre Cortázar, recuerda que a los pocos días de que leyó Casa tomada y luego completo el libro Bestiario, se fue a la librería Platero a preguntar si tenían primeras ediciones, lo mandaron al sótano y encontró una primera edición de Los Reyes, que es el primer libro que Cortázar firma como Cortázar, en una tirada de 600 ejemplares, con dedicatoria.
Esa fue su primera compra y su debut como bibliófilo.
“Al viejo Fernández Blanco no le gustaba Cortázar por una cuestión política y cuando le mostré la plaquette que había comprado, que es muy bonita, y me dijo: ‘Ahora ya sos un bibliófilo’ porque había comprado un libro lindo. Ese día dije que debía tener todas las ediciones de Cortázar, que nunca pensé que eran tantas. Comencé a coleccionar Cortázar en sus primeras ediciones en libros, en discos, en artículos de prensa, en revistas y periódicos”, asegura Aquilanti.
Ese sueño lo llevó a recorrer Argentina, México, Perú, Nicaragua, Panamá, Costa Rica, Lituania, Alemania, Holanda, Francia, Chile, Uruguay y otras tantas naciones; a conocer cronopios y a buscar y buscar las primeras ediciones. “Hay primeras ediciones de él en muchos lugares y en muchos idiomas. Esto realmente me hizo muy difícil el trabajo y llegué a juntar 820 piezas que incluyen los artículos en periódicos pero no incluyo nada sobre él, solo textos de él o entrevistas porque tiene que estar su voz. También hay muchos catálogos de arte, libros hechos con artistas, hay discos”, cuenta el coleccionista.
Hoy su colección supera las 820 piezas, con alrededor de 150 primeras ediciones de libros, incluyendo los que Julio Cortázar hizo con artistas plásticos u otros autores; 38 prologados por él; 27 traducidos por Cortázar y 11 discos con su voz, o con algún texto o poema que escribió para esos discos. Todos los materiales que posee se encuentran perfectamente conservados.
Las joyas de esta colección única en el mundo podrían ser muchas, no sólo está el libro Presencia, el primer libro de Cortázar que publicó como Julio Denis y que sólo consta de 250 ejemplares; la primera edición de Final de Juego, con tiraje de 600 ejemplares; y una pieza única titulada Elogio del tres, un libro objeto de arte cinético realizado junto a Luis Tomasello y firmado por ambos, de los cuales sólo se tiraron 25 ejemplares.
Sin embargo, hay otros materiales que causarían el regocijo de cualquiera.
El más importante es el mecanuscrito titulado Razones de la cólera, que Lucio Aquilanti guardó por mucho tiempo en una carpeta que parecían ser hojas abrochadas, con anotaciones de Cortázar; pero en su búsqueda descubrió que en el último capítulo de Salvo el crepúsculo, el propio Cortázar escribió que no son poemas sueltos, sino que los escribió y él mismo imprimió en un mimeógrafo para sus amigos y que acaso hizo cuatro en hojas abrochadas pulcramente.
“Lo que me dio armar esta colección de Cortázar y que me llevó 25 años, fue mucho placer; también me ha quitado el sueño, alguna noche de no poder dormir porque al día siguiente había un remate tal, o ver cómo se me había escapado una pieza rarísima a veces por poco dinero, o que otro coleccionista de Cortázar comprara una pieza que yo no tenía; esas cosas duelen”, afirma el coleccionista.
Lucio Aquilanti se detiene y dice que lo más importante después de estos 25 años es la pregunta de ¿por qué Cortázar?. “Siempre sentí que era tan admirado como querido o tan querido como admirado, no pasa con tantos autores, no es mi autor preferido de hecho, es mi autor más querido, y no soy un fanático; muchos piensan que sí porque en mi casa hay una habitación dedicada exclusivamente a esa colección. La verdad es que es uno de los grandes escritores de la literatura universal”, afirma.
El coleccionista reconoce que la bibliografía Todo Cortázar es única e incomparable porque nunca se ha hecho antes. “Esta es una bibibliografía; la biografía consiste en una línea cronológica, pero muy documentada durante años, y la bibliografía es sin duda lo más grande que se ha hecho de Cortázar, no hay otra investigación así. Tuvimos la suerte de tener casi todo el materia en mi casa, algunos artículos originales de El sol de México me faltan, del suplemento Sábado, pero sí tengo las copias con lo cual la bibliografía es completa, aunque sé que siempre va a parecer algo nuevo”.
El librero y coleccionista reconoce que la ciudad de Buenos Aires no ha hecho mucho hasta ahora en torno a los festejos por el centenario de Cortázar, pero desde el ámbito nacional, del gobierno argentino sí hay todo un año para Cortázar, el cual incluye una muestra fotográfica muy importante en el Museo de Bellas Artes, un ciclo de cine en la televisión pública argentina; la muestra de primeras ediciones en el Museo del Libro y la Lengua, y un programa de conciertos en la Biblioteca Nacional.
“Además, Federico Barea, mi socio en la bibliografía, hizo la selección de libros de la colección de Cortázar que el Ministerio de Educación va a repartir en las escuelas. Es una colección muy importante, es más de lo que estamos acostumbrados en Argentina. Federico ha elegido desde un acercamiento a la mitología griega a través de Los reyes, que es un poema dramático y es el primer libro publicado con su nombre, en el año 49, pero también está Rayuela, Bestiario y Las clases de literatura en Berkeley, un libro magnífico, el último que se publicó este año; que es una desgrabación de clases de literatura que Cortázar dio en Berkeley”, concluye el librero. (El Universal)