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MEXICO, D.F., 3 de mayo.- Llámenle como quieran. Maldición del líder. Maldición del estadio o de la lluvia. Al final siempre es lo mismo: Es la maldición de Cruz Azul.
Súmenle otro torneo más de desilusión, de fracasos, de llanto y desesperación. Cruz Azul cuando tenía todo a favor, volvió a perder a lo Cruz Azul. Ni la presencia de Luis Fernando Tena, ni el titulo de CONCACAF ni nada. Otro fracaso.
Y el campeón León sigue vivo al empatar a dos en el juego de vuelta, para un global con igualdad a tres goles. Las dos anotaciones de visita califican a la Fiera a semifinales.
A lo Cruz Azul.
Otra vez León salió con su postura de comerse el balón, de tenerlo durante el mayor tiempo posible, porque con la pelota en los pies, es más fácil hacer gol.
Pero algo le faltó de inicio a esta Fiera, quizá aire, quizá disposición, o quizá que ya se estaba pensando en las vacaciones. Cruz Azul no.
Tal como en la ida, La Máquina salió a jugar con la necesidad de los Esmeraldas que por reglamento tenían que ir a buscar un gol de inicio.
Pero el gol fue de La Máquina. Torrado hizo cera y pavilo de los seleccionados nacionales, Montes, Peña y Vázquez para poner un balón de oro a Formica quien le ganó la posición a Nacho González y disparó, Yarbrough rechazó y la pelota quedó quieta para Pavone quien sólo tuvo que empujar (11).
Ahora los Esmeraldas tenían que hacer dos tantos para pasar.
Pero la actitud no era la indicada, aunque Boselli volvió a poner a prueba a Corona, pero éste no hizo mutis.
León sin alma se dejó llegar, dejó que Joao Rojas cruzara el área con la pelota para ponerla en poder de Mauro Formica quien cruzó para marcar el segundo (20).
León aún necesitaba dos. Y volvió a llover.
Fue una tormenta la que cayó sobre el estadio Azul que afectó mucho más al local que dejó de tener el balón. León gracias a las circunstancias logró llegar al área de Corona y Boselli al fin lo venció con un remate a primer palo (40).
Ahora los verdes sólo necesitaban un tanto.
Y la lluvia arreció. León se fue encima al inicio de la segunda parte, Corona se hizo grande pero Yarbrough también atajando un potente disparo de Marco Fabián.
Eso parecía, pero los Esmeraldas con amor propio y con la lluvia como compañera, empujaron. Luis Montes entre resbalones y habilidad se llevó a medio equipo cementero y al entrar al área tiró a donde cayera, justo a donde 'Chuy' Corona no pudo llegar (58).
Ahora Cruz Azul era el que necesitaba anotar.
Los fantasmas comenzaron a volar sobre el estadio. Desde la banca Tena recurrió al 'Chaco' primero y a Emana después. Pero no se veía por donde doblegar a La Fiera, una Fiera que ya no pensaba en vacaciones.
Vino el drama. Emana saca la magia, le da la pelota al Chaco quien estrella el balón en el travesaño y en el contrarremate Fabián con la cabeza la manda al poste.
Pero nada más. Ahora ni la Sangre Azul saltó a invadir la cancha. Cruz Azul es constante, sigue en el mismo canal. Perdió a lo Cruz Azul. (El Universal)