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México (19 de mayo).- Hace exactamente una década, ahí estaba Carlos Slim, acompañado por Arturo Elías Ayub, con el puño cerrado en alto, entonando el himno auriazul y atrapado por la prenda blanca de Pumas campeón, Clausura 2004, como miembro del patronato universitario. El magnate mexicano había triunfado a costa de las Chivas y un semestre después, en el Apertura 2004, concretaría el bicampeonato, frente al Monterrey.
Hoy, el empresario ha podido establecer otro doblete, con un desenlace espectacular, por la presencia de sus dos equipos, Pachuca y León, en la final del Clausura 2014. Mientras, seis meses atrás (Apertura 2013), los Esmeraldas habían sometido a otro grande, el América, en el mítico Estadio Azteca. Ahora lo hacen a costa de los Tuzos.
Slim ha plagado de detalles a sus nuevos felinos, los leones guanajuatenses. Smartphones, iPads y recientemente televisores. Ha vestido la verde prenda del rey esmeralda, mas también sus negocios arropan el escudo tuzo en el Grupo Pachuca. El futbol, en el pasado como en el presente, le ha sonreído con éxito.
Hoy puede presumir dos dobletes en materia balompédica. Por eso era indispensable su presencia en el estadio Hidalgo. El restaurante del vicepresidente Andrés Fassi reclamaba su presencia como invitado especial, en un convite apto para medio centenar de personas.
Slim es visto junto con su hijo, Carlos Slim Domit, además de Arturo Elías Ayub. A ellos se agregarían Jesús Martínez padre e hijo, quienes fungen como presidentes de Pachuca y León, respectivamente. También se descubre a José Francisco Olvera Ruiz, gobernador de Hidalgo, quien presume una gran prenda de los Tuzos.
Esta vez, Slim se pasea por el escenario de la final sin su chamarra verde. De civil, sin inclinar esta vez su afición hacia ninguno de los dos equipos. Discreto, el empresario capta la atención a lo largo y ancho de la capital hidalguense, en compañía de Jesús Martínez Patiño, quien como buen anfitrión, lo lleva a una escala previa a la capilla del Huracán. Enseguida, previo al silbatazo inicial, se le ve en el césped, muy cerca de Olvera Ruiz.
Existía la duda sobre la presencia de Carlos Slim, debido a que asistió a Suiza, donde recibió el Premio Mundial en Telecomunicaciones. Sin embargo, hizo un viaje relámpago a México, con tal de no perderse la final entre los dos equipos de Grupo Pachuca, del que es socio con un aporte importante.
Así, 10 años atrás, el magnate reinaba con el título auriazul y ampliaba su poder con el único bicampeonato histórico en torneos cortos. Hoy, amplía su poder con el uno-dos establecido por los dos clubes del grupo que comanda en Primera División, además de que en términos prácticos, también hay un bicampeonato, al retener la corona con el bicampeonato del León, el “hermano menor” del emporio, independientemente de que exista la exigencia de acabar con los llamados monopolios.
Sí, historia pura, con el segundo bicampeonato en torneos cortos. El primero con los Pumas, el segundo con otra fiera… el León.- (El Universal)