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MEXICO, D.F., 29 de mayo.- La noticia dada a conocer este miércoles de que la Procuraduría General de la República (PGR) cumplimentó una orden de aprehensión contra el dueño de la empresa Oceanografía, Amado Yáñez, por su presunta participación en un fraude al grupo financiero Citigroup es un capítulo más de la trágica historia que el empresario vive, de manera muy ajena a los tribunales, con el mundo del fútbol.
Fue en mayo del 2013 cuando el empresario Amado Yáñez Osuna irrumpió en el fútbol mexicano, de manera oficial, a través de la compra de las franquicias de Jaguares de Chiapas y Neza FC.
En ese entonces, en el mundo del fútbol, poco se sabía de Amado. El único antecedente que existía sobre él nada tenía que ver con las canchas y, de inmediato, la sospecha se apoderó de la familia futbolística del país.
A Yáñez se le identificaba por las acusaciones que pesaban en su contra y de su empresa Oceanografía desde una década atrás, durante el sexenio de Vicente Fox,por fraude y tráfico de influencias a distintas corporaciones, entre ellas, Pemex.
Aún así, la Federación Mexicana de Fútbol dio su aval para que Yáñez, en el 2013, mudara las franquicias que adquirió a Querétaro y Campeche.
A principios de este año, Amado Yáñez se enfrentó de nueva cuenta a las acusaciones de fraude en su contra. Era el principio del fin, aunque él, en su defensa, descartaba que sus problemas legales iban a perjudicar a sus equipos de fútbol.
En el mes de marzo, el empresario visitó las instalaciones de Milenio y esto declaró:
“No tiene que ver nada el equipo, el equipo es totalmente independiente, tiene su propia estructura, yo no soy el presidente del equipo, yo no manejo las cosas del equipo. Es como toda empresa, encuentras problemas de todo tipo, seguro vamos a tener crisis y sólo se trata de ver cómo atacas esas crisis, siendo honesto es como resuelves las cosas”, declaró Yáñez aquella vez, en una de sus últimas apariciones en público.
El 11 de febrero, Oceanografía fue inhabilitada para trabajar con cualquier entidad gubernamental durante 21 meses, gracias al resultado de investigaciones de la Secretaría de la Función Pública (SFP).
17 días después de este hecho, Citigroup denunció fraude, a través de Banamex, de la empresa Oceanografía, que obtuvo préstamos por 585 millones de dólares, de los cuales resultaron válidos sólo 185 millones.
“Banamex extendió crédito a Oceanografía para financiar cuentas por pagar que se le cobrarían a Pemex”, explicó la institución financiera en un comunicado.
Para el 28 febrero, el titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Jesús Murillo Karam, informó que se aseguró a Oceanografía y designó como administrador de la misma al Sistema de Administración y Enajenación de Bienes (SAE).
“La PGR se encuentra trabajando con la colaboración de las autoridades hacendarias y financieras y del propio banco a fin de que a la brevedad se establezcan las sanciones penales y recuperar los fondos desviados”, aseguró Murillo Karam.
Fue hasta el 10 marzo cuando la Liga MX, a través de su presidente, Decio de María, se pronunció sobre los problemas de Amado Yáñez y su repercusión en Gallos Blancos y Delfines de Ciudad del Carmen..
“El club Querétaro continúa afiliado a la Liga MX, y el club Delfines sigue perteneciendo a la liga de Ascenso. Como van las cosas, y por la información disponible, yo esperaría que Querétaro terminara su participación en el torneo al igual que Delfines”, declaró el presidente de la Liga MX.
El 18 marzo, la Policía Ministerial cateó el CEGAR, instalaciones de entrenamiento de Gallos Blancos.
“Estamos aquí con todo esto, es una diligencia ministerial la que se está llevando a cabo, estamos dando toda la información que se nos está requiriendo, se va a hacer un acta de todo lo que se tiene en el club, pero toda la situación deportiva operativa sigue normal”, dijo en entrevista con La Afición.com, Adolfo Ríos, presidente de Gallos.
Ese mismo día se informó que la administración y razón social del club Gallos Blancos del Querétaro era asegurada por PGR, según informó la propia institución a través de un comunicado de prensa.
“Por medio del presente hacemos de su conocimiento que el club ha sido requerido para realizarse una diligencia ministerial por parte de la Procuraduría General de la República (PGR), la cual comprende el aseguramiento de la administración del Club Gallos Blancos de Querétaro y su razón social”, se lee en el comunicado.
El 23 de marzo, Amado Yáñez, presidente de Oceanografía y dueño de Gallos Blancos y Delfines, fue capturado por la Procuraduría General de la República (PGR).
Lo que vino después para Gallos Blancos y Delfines ha sido pura pesadilla: Jugadores del Querétaro y Delfines siguen sin cobrar y, en algunos casos, ya acumulan cuatro meses sin percibir su sueldo.
En lo que se refiere a Gallos, es casi un hecho que el empresario Olegario Vázquez Raña llegó a un acuerdo con las autoridades para adquirir la franquicia. Héctor Pérez Rojano, esposo de la conductora Inés Sainz, sería el encargado de administrar al club.
Por su parte, los jugadores de Delfines, a través de una carta pública, confesaron que han tenido que pedir prestado a familiares y amigos para poder sobrevivir. La directiva del equipo, a través de José Luis Malibrán, ha hecho una propuesta para pagar en cuatro abonos el monto total del adeudo con jugadores y cuerpo técnico, la cual, al día de hoy, no ha sido aceptada. (Milenio)