540 palabras
Vaticano (20 de octubre).- El papa Francisco encabezó ayer el cierre de un encuentro de obispos católicos que dejó en evidencia profundas divisiones en torno a asuntos como la homosexualidad y el divorcio, y dijo que la Iglesia no debería temerle a los cambios ni a los nuevos desafíos.
Francisco, que ha dicho que desea una Iglesia católica más compasiva y menos rígida, hizo estos comentarios durante un sermón ante 70 mil personas en la Plaza de San Pedro, al cierre de la asamblea de dos semanas, conocida como Sínodo.
Las sesiones de debate terminaron el sábado por la noche con la divulgación de un documento final que revirtió una posición inicial de aceptación a los homosexuales, una iniciativa que habría sido histórica para la Iglesia católica y cuyo resultado fue considerado por algunos progresistas como un revés para el Pontífice.
Después de que un borrador del documento final del Sínodo fue publicado el lunes pasado, obispos conservadores intentaron cambiar las referencias a las personas homosexuales, a la vida en pareja fuera del matrimonio y al divorcio, diciendo que generarían confusión entre los fieles y amenazaría con socavar a la familia tradicional.
Francisco dedicó buena parte de su sermón al Sínodo, que abordó los controvertidos tópicos sobre homosexualidad y los cambios en las familias antes de un encuentro definitivo que se realizará en octubre del próximo año luego de más discusiones a nivel local en todo el mundo.
“Dios no le teme a las cosas nuevas. Ésa es la razón por la que nos sorprende continuamente, abriendo nuestros corazones y guiándonos de maneras inesperadas”, declaró.
Por su parte, el papa emérito Benedicto XVI rechazó con firmeza las presiones de los cardenales conservadores que le pidieron maniobrar contra la política de apertura del papa Francisco en el Sínodo sobre la familia, reveló el diario La Repubblica.
Beatifican a Paulo VI
En la misa, Francisco beatificó al papa PauloVI, quien falleció en 1978, dejando más cerca de la santidad al Pontífice conocido por concluir las reformas del Segundo Concilio del Vaticano y consolidar la prohibición de la Iglesia a la anticoncepción.
El italiano Giovanni Battista Montini, que reinó de 1963 a 1978, autor de la controvertida encíclica Humanae Vitae, que zanjó toda apertura a la píldora, gobernó la Iglesia en medio de las grandes revoluciones y transformaciones de los años 60.
El papa emérito Benedicto XVI, que renunció al trono de Pedro en 2013, asistió a la misa en primera fila, al lado de numerosos cardenales y obispos de todo el mundo, en un gesto de unión y apoyo al Papa argentino, en un momento delicado para el pontificado de Francisco.
Efectos
1.- El Papa deberá tomar nuevas medidas para buscar una Iglesia más incluyente.
2.- También debe de buscar consensos para evitar las divisiones con los más conservadores.- (Agencias)