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México (20 de agosto).- Con 25 años de edad, Maritza Soto Vásquez ha conseguido lo que no todos los astrónomos logran en su carrera al lado de las estrellas.
Entre un descubrimiento y la nada, puede pasar toda una vida, o en este caso 320 millones años luz, que es la distancia que guarda con la Tierra el planeta que descubrió la joven astrónoma, estudiante del doctorado en Ciencias, Mención Astronomía por la Universidad de Chile.
El descubrimiento de Maritza Soto es un cuerpo tres veces más grande que Júpiter, lo que equivale a que el planeta de la joven tiene casi mil veces la masa de nuestro planeta; éste grandote se tarda 130 días en darle la vuelta a su sol. La astrónoma lo explica así:
“Está más cerca de su estrella que nosotros del Sol. Imagina un planeta que es tres veces Júpiter y está en el lugar de Venus orbitando su estrella”. La estudiante también refiere a que todo se lo debe a una casualidad, pues se encontraba estudiando el sistema HD 110014, una estrella gigante dos veces más grande que nuestro sol, además de ser roja.
Se sabía que este sol rojo tenía orbitando a otro planeta llamado HD110014 b, pero en el camino, en la casualidad que menciona Maritza, encontró una señal más débil, por lo que tuvieron que descartar que se tratara del mismo cuerpo que ya orbitaba el astro rojo; analizando datos y limpiando interferencias para descartar que se tratara del mismo cuerpo, se probó que había otro planeta, el planeta de Maritza.
Si hace casi un mes se hablaba de que la NASA había encontrado al primo de la Tierra, el Kepler-452b, un planeta con características similares en una zona habitable, hoy podemos hablar del primo de Júpiter y se los debemos a la universitaria.
De hecho, la joven astrónoma, en el marco del descubrimiento de la Nasa por la Misión Kepler, habría mencionado que el hallazgo del primo de la Tierra le parecía “un descubrimiento muy excitante, ya que abre un nuevo capítulo en la astronomía”. Bueno, pues ella abrió uno con su nombre y nada tiene que ver con la casualidad. Esto es causalidad y también se logra con trabajo. Enhorabuena por la joven chilena.
No se conocen muchas estrellas gigantes rojas (como el Sol al que orbita el planeta de Maritza) con planetas. Esto se debe a que posiblemente, debido a su proceso de expansión, se tragan a los cercanos. Por ello, sólo uno de cada cinco planetas descubiertos, giran alrededor de las gigantes rojas.- (Semanario)