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México (19 de agosto).- Los factores que juegan en contra del peso mexicano frente al dólar parecen aumentar, pues a la expectativa de que la Reserva Federal eleve pronto su tasa de interés se le agregan el débil crecimiento y las dudas por la salud económica de China.
El economista en jefe de Barclays México, Marco Oviedo, estimó que el tipo de cambio interbancario podría cerrar en 17 pesos este mismo año y que subiría a 17.25 en los tres primeros meses de 2016. Ello significa que el dólar en bancos estaría en 17.25-17.50 pesos, respectivamente.
Los expertos encuestados por el Banco de México (Banxico) esperaban a inicios de agosto que el tipo de cambio se ubicara en 15.64 en diciembre.
Te presentamos 4 factores que incrementarán la presión sobre el peso en lo que resta del año, según especialistas.
“Creemos que [el peso] va a depreciarse un poco más, de alguna forma ya este movimiento descuenta que va a haber algún incremento este año. Ya que se confirme, definitivamente va a haber movimientos en los portafolios que generen un fortalecimiento del dólar”, dijo en entrevista Marco Oviedo.
Los inversionistas evalúan cifras económicas para tratar de conocer el momento en el que el Banco Central estadounidense eleve las tasas. El foco estará puesto mañana miércoles en las minutas de su encuentro de política monetaria del 29 de julio y en las próximas cifras de inflación.
Analistas señalaron que las minutas deberían tener un diagnóstico favorable sobre la actividad económica y el empleo, por lo que la incertidumbre estaría en la inflación.
Oviedo explicó que una vez que la Fed eleve sus tasas, la atención estará en el ritmo que seguirá en la normalización de su política. “Si es suave puede que el peso ya se estabilice, si la economía de Estados Unidos continúa mejorando y la normalización de política monetaria es más agresiva, pues el dólar se estará fortaleciendo”.
El Gobierno de China sorprendió a los mercados la semana pasada al anunciar una devaluación del yuan, que algunos analistas interpretaron como un intento de levantar su alicaída economía y luego de que en julio sus exportaciones cayeron más de 8%.
“La desaceleración de la economía de China y la depreciación del yuan se han venido a sumar a los factores de incertidumbre para las Bolsas y las monedas de mercados emergentes”, dijo Santander en un reporte.
La calificadora Moody’s previó que la economía del país asiático crezca 6.8% en este año.
“La formación bruta de capital fijo lidera la desaceleración, un signo de que la economía se está ajustando luego de excesivas tasas de inversión en el pasado. La baja inflación en parte es resultado de una demanda débil, y en, algunos sectores, de sobrecapacidad, así como otros factores como la caída en los precios de los commodities”, dijo en un reporte.
En la última encuesta mensual que realiza Bank of America Merrill Lynch entre administradores de fondos (dada a conocer este martes), la desaceleración de la economía del gigante asiático aparece como “el mayor riesgo global” para los inversionistas.
“Los inversionistas están enviando un claro mensaje de que están posicionados para un crecimiento menor en China y en los mercados emergentes”, dijo en el reporte Michael Hartnett, jefe de estrategias de inversión del banco.
El desplome en los precios internacionales del petróleo, producto de un exceso de suministros y la desaceleración de la economía de China, golpea a las monedas de países emergentes como México.
“En el corto plazo, los riesgos para el tipo de cambio continuarán al alza, por las expectativas de mayores tasas de interés en Estados Unidos y también por el debilitamiento de los precios del petróleo, los cuales podrían continuar su tendencia a la baja durante los próximos días”, dijo el lunes en un reporte Gabriela Siller, directora de análisis económico-financiero de Banco Base.
El referencial estadounidense tocó el lunes un mínimo de seis años y medio a 41.99 dólares por barril, mientras que el Brent de Londres llegó a 45.19 dólares por barril.
El 10 de agosto pasado, JPMorgan redujo su estimación para el precio del petróleo en 2015 al citar los constantes aumentos en la producción.
Oviedo señaló también que el tipo de cambio podría verse impactado por el ajuste al presupuesto del Gobierno.
“En menor medida lo que esté pasando aquí en México, particularmente con la implementación de la reforma energética y el ajuste fiscal que pudiera ocurrir en septiembre con el paquete fiscal. Si son eventos positivos van a ayudar a que el peso se estabilice”.
El 30 de septiembre próximo se realizará la segunda fase de licitaciones de la Ronda Uno, luego de que en la primera solo se colocaran dos de 14 bloques. Ante ello, el Gobierno flexibilizó las reglas para la siguiente licitación al reducir la garantía corporativa y relajar las reglas para la formación de consorcios.
En septiembre se presentará el paquete económico, en que se espera un enfoque “Base Cero” ante la caída en los precios y la producción de petróleo, que ha golpeado a las arcas de la administración federal.- (Agencias)