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México (18 de abril).-
El estado de Tabasco se encuentra dentro de un selecto grupo de once entidades de México que son consideradas como destinos seguros para turistas de Estados Unidos, de acuerdo con un mecanismo de alerta de viaje que el gobierno de ese país emite a sus ciudadanos.
La recomendación avalada por el Departamento de Estado norteamericano evalúa las condiciones de seguridad de cada entidad y toma como referencia su comportamiento delictivo, según las estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP).
Para la Cancillería mexicana, las alertas de viaje constituyen “una práctica internacional cotidiana que los gobiernos realizan a fin de prevenir a sus ciudadanos sobre condiciones difíciles en el exterior”.
El gobierno de Estados Unidos marcó recientemente con alertas de viaje a 22 estados del país por las condiciones de inseguridad que viven, y dejó fuera a 11 entidades, entre las que se encuentran Campeche, Chiapas, Guanajuato, Hidalgo, Ciudad de México, Puebla, Querétaro, Tabasco, Tlaxcala, Veracruz y Yucatán.
El reporte acredita que estas entidades de la República gozan de un ambiente de tranquilidad y estabilidad social tanto para los turistas como para quienes ahí viven.
El mecanismo de alerta ubicó al estado de Guerrero y específicamente a su puerto de Acapulco, como unos de los sitios más inseguros del territorio nacional, y emitió una prohibición a sus connacionales, en el caso de Estados Unidos, para no viajar a esa región, mientras que el gobierno de Canadá emitió otra alerta en la que sugiere a sus ciudadanos evitar los viajes no esenciales al mismo punto.
En su diagnóstico, el Departamento de Estado de EU refirió que “el estado de Guerrero fue el más violento en México en 2015 por tercer año consecutivo con una tasa de asesinatos de 57 por cada 100 mil habitantes”, en tanto que el Ministerio de Asuntos Globales de Canadá advirtió sobre los altos niveles de violencia y crimen organizado que existen en Michoacán.
El drama que vive nuestro país por la creciente ola delictiva ha obligado a todos los órdenes de gobierno a redoblar esfuerzos, y Tabasco no se ha quedado estático frente a este desafío.
El Gobierno tabasqueño ha buscado afrontar este escenario con ajustes en la normatividad, estrategias y acciones en la prevención del delito y su combate, entre las que destacan una nueva ley acorde al nuevo Sistema de Justicia Penal, la instalación de videocámaras de vigilancia en Villahermosa; la capacitación de más de ocho mil policías; el establecimiento de nuevas bases regionales, y equipamiento con más tecnología, armamento y patrullas.
Para las actuales autoridades estatales el diagnóstico es claro. En enero de 2013 recibieron un estado en descomposición en muchos ámbitos de la vida pública. El régimen pasado heredó un estado donde los robos con violencia, las extorsiones, los secuestros y el tráfico de personas, iban en incremento.
El primer paso fue replantear la estrategia de seguridad pública para transitar hacia un modelo preventivo, enfocado a evitar las causas que originan el delito, a fin de recuperar la función originaria del Estado, que es proveer seguridad y paz a la población.
Como parte de este readecuación, también se implementaron de forma permanente cercos de contención y puestos de control en Villahermosa, sobre todo en los lugares de ingreso y salida de vehículos, así como en las demás cabeceras municipales, apoyados con patrullajes en áreas comerciales y colonias con alta incidencia delictiva.
Los trabajos de inteligencia policial, el equipamiento tecnológico y la profesionalización de los cuerpos policiacos, temas antes inexistentes en el área de seguridad pública del estado, también están resultando decisivos en el replanteamiento de la estrategia.
Los resultados comienzan a multiplicarse. Como referencia, las nuevas iniciativas en esta materia hicieron posible que, de acuerdo con estadísticas del SNSP, el año 2015 cerrara con una incidencia delictiva de 7 por ciento menos en comparación con 2014.
Estas cifras confirman además que paulatinamente se ha ido superando el problema de secuestros que vivía la entidad, y que se sigue dando una intensa lucha para combatir los delitos del fuero común como robos y asaltos.
Si bien los logros aún resultan insuficientes, en Tabasco existe un gobierno consciente del enorme reto que afronta en el rubro de seguridad y lejos de anteponer pretextos o contagiarse de un aire de triunfalismo, trabaja coordinadamente con el gobierno federal y las fuerzas armadas para recuperar la confianza ciudadana y dejar atrás la incertidumbre.