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México (19 de abril).-
El mejor “recurso” contra la actual crisis política en Brasil sería celebrar nuevas elecciones, ya que, de no ser así, la “mayor potencia latinoamericana” corre el riesgo de pasar unos años “atrapada en una recesión y un conflicto doméstico”, sostiene hoy The Washington Post en un editorial.
La celebración de esos nuevos comicios en Brasil “requeriría una enmienda constitucional o, más probablemente, una determinación de la autoridad electoral de que la última elección presidencial estuvo corrompida por la financiación ilegal de campañas”, argumenta el influyente diario.
“De no ser así, la mayor potencia latinoamericana puede estar abocada a pasar algunos años atrapada en una recesión y un conflicto doméstico”, advierte a continuación.
Sobre el posible juicio político a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, en manos ahora del Senado tras la votación a favor de la Cámara de Diputados, el diario afirma que “manifiestamente no” se trata de “un golpe a la democracia”, como asegura la mandataria.
Según el diario, Rousseff está “acusada de manera creíble de violar una ley brasileña que limita el gasto del Gobierno y el voto contra ella” en la Cámara de Diputados del domingo pasado se hizo “de acuerdo a la Constitución”.
La acusación contra Rousseff se fundamenta en unas maniobras contables ilegales para maquillar los resultados del Gobierno en 2014 y 2015, modificar presupuestos mediante decretos y acumular deudas y contratar créditos con la banca pública.
Una mayoría calificada de la Cámara de Diputados coincidió en que esas maniobras suponen un “crimen de responsabilidad”, que es como la Constitución define las causas para destituir a un mandatario.
El diario señala, no obstante, que el posible enjuiciamiento a Rousseff “es alarmante por varias razones, entre ellas porque ofrece pocas posibilidades de poner fin a la crisis política de Brasil o de proveer medios para abordar sus profundos problemas económicos”.
En ese sentido, el diario subraya que “la mayoría de los congresistas” que votaron a favor del enjuiciamiento a Rousseff “enfrenta denuncias por irregularidades, mientras que el vicepresidente Michel Temer, quien asumiría la Presidencia (en caso de destitución), ha sido acusado del mismo delito que la mandataria”.
Además, el “líder de la campaña contra Rousseff”, el presidente de la Cámara de Diputados y segundo en la línea de sucesión tras Temer, Eduardo Cunha, afronta también numerosas denuncias por corrupción.
Este lunes, el Gobierno de Estados Unidos dijo estar “convencido” de que Brasil puede afrontar el “momento desafiante” que atraviesa, dado que sus instituciones son lo “suficientemente maduras” para abordar la crisis actual desde un punto de vista “democrático” y “de acuerdo a la Constitución”.