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México (1 de mayo).-
México ocupa el primer lugar de embarazos adolescentes en la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE). Al menos 11 mil niñas siguen engrosando la estadística nacional de mujeres entre los 14 y los 16 años que registran un embarazo a temprana edad. De acuerdo con las cifras del Instituto Nacional de Estadística, Geografía (INEGI), esa situación ya ha alcanzado niveles alarmantes en nuestro país.
Por causas diversas -en donde se reconoce como principal el rezago socioeconómico, pero también influyen las condiciones de violencia-, desde 1997 la tendencia de los embarazos en niñas va al alza. En México, en promedio, el número de nacimientos de madres con menos de 20 años, cada año crece entre un 2.5 y un 3.2%, de acuerdo con el INEGI.
La cifra de embarazos en niñas con edades que oscilan entre los 12 y los 16 años, es la que más ha crecido hasta el año 2012, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de ese año. Esa misma encuesta revela que en 2011 nacieron 2.58 millones de niñas y niños. De ellos, 473 mil tuvieron como madre a una adolescente.
‘ALARMA’ NACIONAL
El aumento de las “niñas madres” en nuestro país motivó que el presidente de la República Enrique Peña Nieto lanzara una estrategia para la prevención de embarazos en adolescentes. En ella se pretende “un trabajo interdisciplinario” en el que participen académicos, especialistas, autoridades y representantes de la sociedad civil, para frenar la tendencia.
De acuerdo con la Presidencia de la República prácticamente 467 mil mujeres menores de 20 años tuvieron un bebé; esto es, casi uno de cada cinco nacimientos registrados en el país. Y más preocupante aún es que esta cifra incluye cerca de 11 mil niñas de 10 a 14 años de edad, que se convirtieron en madres tan sólo en ese año.
La estrategia nacional planteada por el Gobierno federal busca, mediante la acción coordinada de 13 dependencias federales, erradicar los embarazos en niñas de menos de 14 años hacia el año 2030, y se comenzará a aplicar en los estados que registran con mayor incidencia esta problemática.
La primera acción de la estrategia es la implementación de la beca Yo No Abandono, que consiste en un estímulo económico para todas las niñas estudiantes embarazadas, a fin de que continúen con sus estudios y tengan la posibilidad de sostener a sus hijos.
La beca federal no sólo está dirigida a las niñas, también contempla incluir a los niños que se hagan corresponsables de la paternidad, los que proporcionalmente son menos.
El último conteo nacional sobre niñas embarazadas, realizado con cifras del 2012, apunta que el índice de “niñas madres” no había representado una alerta nacional hasta 1997, año en el que la proporción de nacimientos fue de 16.3% en menores de 20 años. A la fecha, se estima que de cada 100 nacimientos registrados en el país, al menos 19.4 de ellos son de madres menores de edad.
PROBLEMA DE IGNORANCIA
Para la socióloga Natalia Buchman de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la principal causa por la que se han disparado los embarazos en menores de 16 años, es la falta de información.
“No de la información que brindan las instituciones, sino de la información que se debe generar en el seno de la familia”.
Estima que actualmente, a causa de los problemas económicos y sociales en los que se encuentran inmersos la mayoría de los hogares en México, se ha dejado de lado la comunicación entre padres e hijos.
Fátima sabe de eso. Nunca tuvo una plática con su madre sobre cómo deberían ser sus relaciones sexuales, a fin de evitar un embarazo.
Asegura que ella sola, con el apoyo de su familia, podrá sacar adelante a su hija. Nunca pensó en la posibilidad del aborto, porque en su casa le aconsejaron que debería nacer su bebé. Sus padres han suplido la ausencia de su pareja. Ellos son los que están al pendiente del embarazo.
‘ESPERANZA EN SU LLEGADA’
A Lourdes se le ilumina el rostro cuando habla de su niña que “viene en camino”. Dice que le da miedo el parto, pero se siente emocionada porque sabe que ha dado un paso importante en su vida, al decidir tener a su hija. No sabe cómo vengan las cosas en lo económico, pero asegura que estará bien.
Su embarazo ha sido de muchos cuidados. Pero no ha estado sola para afrontar los estados de ánimo y de salud que le han variado notablemente en los últimos meses. Cuenta con el apoyo de su familia, y en el salón de clases sus compañeros se desviven por cuidarla. Sus maestros siempre están al pendiente de su condición física.
A ella, su pareja no la ha abandonado. Ninguno de los dos, a sus casi 18 años, sabe de métodos anticonceptivos. El embarazo que viven los tomó por sorpresa, pero no por ello no ha sido deseado en los últimos ocho meses.
Como pareja están preparándose para el nacimiento; a veces, unos zapatitos, a veces una chambrita, pero lo que nunca falta es el deseo de ver pronto a su bebé entre sus brazos. La pasan difícil en lo económico. No les alcanza la beca Yo No Abandono que les ha dado el Gobierno federal para que ninguno deje sus estudios.
Reciben cada mes 750 pesos como estímulo. A veces, la beca tarda en llegar y se ven en mayores apuros. Por eso él trabaja de medio tiempo como mesero y a veces ayuda en una taquería.
Ella teje los sueños de los tres: espera pronto terminar el bachillerato con especialidad en comunicación. Pero no quiere dedicarse a los medios informativos. Lourdes quiere entrar a la universidad y comenzar la carrera de enfermería. Es una profesión que acarició desde niña. Además, le servirá para dar un mejor cuidado de la familia que está naciendo, en donde han contado con el respaldo de los padres de ambos.
REPORTE
» Según el INEGI, las entidades que lideran las estadísticas de niñas embarazadas son Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Michoacán, Guanajuato, BCS, Sonora, Sinaloa, Puebla y Aguascalientes.
» En promedio, en esas entidades el 19 y el 20% de los nacimientos registrados son de madres adolescentes.
OBLIGADAS
» El índice de embarazos en menores de edad también tiene como causa la violencia. En esta característica se considera los sucesos con el crimen organizado y a violencia de género.
» Sólo en Tierra Caliente, en menos de un año, se registraron más de 650 niñas embarazadas; todas ellas habían sido secuestradas.
» A la par de este proble-ma, la Secretaría de Educación estima que en sólo 2 de cada 10 embarazos en niñas o adolescentes la pareja se ha responsabilizado de su paternidad.