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México (2 de mayo).-
Los productores artesanales de mezcal están en pie de lucha para evitar que se apruebe una norma que busca que todos los destilados del agave que estén fuera de una región con denominación de origen se etiqueten como ‘’komil’’.
Komil es toda ‘’bebida alcohólica producida fuera de las denominaciones de origen que utiliza como materia prima algún agave’’, identifica el proyecto de la Nom-199, destinada a regular la denominación, especificaciones, información comercial y métodos de prueba de las bebidas alcohólicas.
La reglamentación, que está todavía discutiéndose, fue elaborada por la Secretaría de Economía de México, la Asociación Nacional de la Industria de Derivados del Agave, los consejos reguladores del Tequila y el Mezcal y cerveceras como el Grupo Modelo, entre otras entidades.
‘’Esta norma está escrita bajo fines económicos y no hay ningún sustento académico detrás’’, denunció Marco Ochoa, socio fundador de la Mezcaloteca, un establecimiento dedicado a la promoción y venta de este destilado ubicado en el estado de Oaxaca.
Para Ochoa, la norma implicaría un ‘’despojo cultural’’ al denominar komil, un mote que ‘’carece de sustento histórico’’, a esta bebida y todas las que utilizan como materia prima el agave.
Además, perjudica al consumidor porque desconocerá el origen e ingredientes de lo que está consumiendo.
‘’El komil no debe ostentar en su información comercial referencia alguna a las variedades vegetales reconocidas en las denominaciones de origen’’, detalla la normativa.
No obstante, para los defensores de esta normativa, komil proviene de una palabra indígena. En náhuatl significa ‘’bebida alcohólica o embriagante’’, por lo que no se perdería su esencia cultural.
Además, ayudará a combatir el hecho de que en 2015 el 48 % de los mezcales en el mercado nacional fueran apócrifos, según el Consejo Regulador del Mezcal, que cuenta con 526 asociados.
No obstante, la problemática viene de lejos y no es puramente semántica.
Actualmente hay más de 20 estados productores de mezcal, pero solo nueve -Durango, Guerrero, Guanajuato, Michoacán, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí, Tamaulipas y Zacatecas- tienen denominación de origen y, por tanto, pueden utilizar el nombre de mezcal.
En el resto ‘’tradicionalmente se vende como mezcal, pero si quieres comercializarlo, ya no puedes utilizar este nombre’’, explicó Ochoa.
Ello lleva a que muchos productores de los estados sin denominación etiqueten con nombres distintos como destilado de agave, aguardiente de agave o apodos regionales con los que se conoce la bebida.
Además, existe una sola denominación para todas las regiones: ‘’Son normas que homogeneizan y no respetan la biodiversidad’’, agregó.
La lucha del Consejo Regulador del Mezcal y el del Tequila, que Ochoa atribuyó a un ‘’capitalismo salvaje’’ que busca apoderarse de todo el mercado, ya se escenificó años atrás cuando los tequileros pidieron que el mezcal fuera etiquetado como “destilado de agavácea”, una medida que no prosperó.
‘’No puedes quitarle las palabras a la gente, ni a sus productos culturales’’, remarcó el experto.
Ante esta propuesta, que consideran una ofensiva, productores artesanales y defensores del mezcal se han estado movilizando este abril con conferencias y acciones informativas para explicar al consumidor los cambios y parar la normativa, que temen que saldrá adelante al contar con el respaldo de la Secretaría de Economía.
De aprobarse, esta cambiaría inevitablemente la definición del mezcal, una popular bebida autóctona que se ha revalorizado en años recientes.
En 2014 se produjeron 1.5 millones de litros y dos terceras partes se destinaron a la exportación de este licor de moda.
A modo de anécdota, al conocer que su película ‘’The revenant’’ había recibido 12 nominaciones en los últimos Óscar, el cineasta mexicano Alejandro González Iñárritu dijo que lo celebraría con ‘’champán y mezcal’’.
Con esta normativa, quizás brindó con komil y sin saberlo.