530 palabras
*México (4 de julio).-
El jefe del servicio de Urgencias del Hospital de Especialidades del IMSS en Jalisco, Ramón Iván de Dios Pérez, dijo que muchas personas de la tercera edad no denuncian el abuso físico por vergüenza o temor a represalias.
Agregó que quemaduras de cigarrillo, mordidas, moretones e incluso sangrado en la zona urogenital, son signos frecuentes del maltrato físico con el que llegan los adultos mayores a recibir atención médica.
Aconsejó a familiares de adultos mayores estar al tanto de cualquier clase de abuso que sufran padres o abuelos por parte de cuidadores, vecinos e incluso parientes.
“Muchas de estas lesiones se encuentran en zonas cubiertas por la ropa y por desgracia las víctimas ocultan este tipo de agresión por vergüenza o temor a represalias”, apuntó.
Comentó que en ocasiones se ven hematomas o moretones en los brazos, “las personas sufren de caídas frecuentes, se vuelven retraídas, se recluyen, se tornan nerviosas, están asustadas, su actitud es de temor”.
“Como personas cercanas a los adultos mayores debemos revisarlos y estar en contacto con ellos, preguntarles si han sido maltratados, brindarles apoyo y confianza”, puntualizó.
Mencionó que, además del abandono y la violencia psicológica, las personas de la tercera edad son vulnerables al abuso sexual.
Precisó que el anciano se define como una persona mayor de 65 años de edad que sufre un proceso de envejecimiento fisiopatológico, “la exposición a la radiación y a otros factores ambientales y orgánicos hace cada vez más lenta la recuperación de las células”.
“Empiezan a aparecer las arrugas, el corazón se endurece y los riñones comienzan a fallar, entre otros síntomas”.
Añadió que la pérdida también se da a nivel cognitivo, “en muchas ocasiones se ven afectados la memoria y los sentidos, se les regaña o agrede verbalmente porque la persona no recuerda ciertas cosas, pero lo más peligroso es dejarlos solos en sus domicilios porque pueden intoxicarse tomando varias veces la misma dosis de medicamento o no leyendo bien las instrucciones de la caja”.
Detalló que si el paciente requiere asistencia de algún tipo y no la obtiene, eso es maltrato, “lo mismo que no permitirle hablar en consulta porque finalmente es él quien tiene el problema de salud”.
Manifestó que en los casos más severos los adultos mayores “son abandonados a su suerte en las calles, en condiciones de miseria, sin higiene y predispuestos a infecciones, deshidratados, golpeados”.
Aclaró que con brindarle alimento y techo al adulto mayor “no estamos cumpliendo, debemos concientizarnos como sociedad sobre la importancia de vivir una vejez plena y feliz”.
“Para 2055 la mayoría seremos adultos mayores y es fundamental comenzar a generar una cultura de respeto en nuestros hijos, quizá desde una postura egoísta, porque el día de mañana necesitaremos cuidados”, concluyó.