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México (23 de diciembre).-
La tarde de ayer, Protección Civil Municipal y la Policía Municipal de Mérida participaron en la tercera operación de supervisión y vigilancia de los puestos de venta de artículos pirotécnicos en el Centro y en la periferia de Mérida, a fin de verificar que los vendedores cumplan con las medidas de seguridad acordadas en el seno del Comité de Seguridad para la venta de esos productos.
El jefe de Protección Civil Municipal, Enrique Alcocer Basto informó que por instrucciones del alcalde, Mauricio Vila Dosal, el Ayuntamiento está tomando medidas estrictas para garantizar la seguridad de los meridanos y, por ello, desde las primeras horas de hoy activó un protocolo de vigilancia permanente de los puestos de venta que, como se informó ayer, se redujeron de 500 a 400 por iniciativa del presidente municipal.
En el operativo participaron integrantes de la Sedena, de la Secretaría de Seguridad Pública, de la Procuraduría General de la República, la Policía Municipal de Mérida y de Protección Civil Estatal y Municipal, para vigilar las medidas de seguridad anunciadas por las autoridades la víspera del inicio de venta de los artículos.
Puntualizó que es la tercera operación que se realiza en menos de 24 horas y hasta la tarde de hoy se habían revisado a 100 puestos de venta que ya estaban instalados, de los cuales 35 están en el centro de la ciudad y el resto en la periferia.
El director de la Policía Municipal, Cmdte. Mario Arturo Romero Escalante, informó que hasta las 17 horas se habían decomisado 150 kilos de productos pirotécnicos a una sola persona en las inmediaciones del Lucas de Gálvez, ya que no contaba con los permisos respectivos y excedía de la cantidad autorizada por la Sedena para su traslado, venta o consumo.
La mercancía, informó, fue incautada y se puso a disposición de la Procuraduría General de la República (PGR).
Informó que será la autoridad federal la que determine la situación jurídica de esta persona, que es reportada en el parte informativo municipal coordinado.
Alcocer Basto manifestó que poco más de 30 inspectores se distribuyeron en todas las zonas de venta para supervisar el cumplimiento de las medidas de seguridad como la vestimenta de algodón de los vendedores, la prohibición expresa de que menores de edad, mujeres embarazadas y personas con capacidades diferentes vendan los artículos, contar con extintores, tener visible los letreros de no fumar y la obligación de los vendedores de portar de forma visible el gafete expedido por la Subdirección municipal de Mercados.
Los inspectores verificaron que cada vendedor muestre la identificación con fotografía, la ubicación del puesto de venta y un color distintivo de la zona de venta lo cual evitará que los vendedores trasladen su mercancía a otras zonas de Mérida, además de contar con los permisos correspondientes.
Las disposiciones señalan que las cantidades de material pirotécnico autorizadas en los puntos de venta son de hasta diez kilogramos por puesto, en los que se incluye, no sólo el material explosivo, sino hasta la envoltura y la presentación, de los cuales cinco kilogramos deben estar en exhibición y los restantes en otro recipiente.