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En Mérida de España, la retirada el miércoles 27 de julio de una controvertida foto del actor Asier Etxeandia, desnudo y con una imagen religiosa cubriendo su pene, de una exposición organizada por el Festival de Mérida causará el primer encontronazo político entre IU (Izquierda Unida) y el Gobierno del PP (Partido Popular - conservadores) en Extremadura, además de haber alentado ya las dimisiones de Blanca Portillo y Chusa Martín como directoras del certamen.
La imagen de la controversia es un retrato del actor Asier Etxeandía desnudo, caracterizado como Jesucristo y con una estampa de El Cristo, de Velázquez, en el vello púbico. No se trata de un posado, sino de un instante previo a su actuación en la obra Infierno, una versión del esloveno Tomaz Pandur sobre La divina comedia.
Un diputado de izquierda llevará el tema a la Asamblea y obligará a la nueva consejera de Cultura, Trinidad Nogales, a aclarar su política tras este caso de "censura religiosa". En una carta abierta se muestra indignado porque "el fanatismo, la incultura, la ignorancia y el miedo se hayan impuesto" y también lamenta que la dirección del Festival "haya caído en la trampa de la autocensura". Fuentes del Gobierno extremeño aseguraron ayer que no habían presionado a la directora del Festival de Teatro Clásico de Mérida, Blanca Portillo, para forzar su dimisión o la retirada de la imagen, incluida en la exposición Camerinos, de Sergio Parra. "Es razonable que Portillo pensara que podía haber cambios en el festival, pero nadie le comunicó nada sobre eso ni la exposición", declararon fuentes del Gobierno.
La directora del Festival de Teatro Clásico de Mérida, España, Blanca Portillo, ayer en Madrid.
La consejera de Cultura, Trinidad Nogales, opinó que la libertad de expresión es "cosa de dos", en referencia al artista y a la sociedad. La retirada de la fotografía, acordada por Blanca Portillo tras las protestas enviadas en unos 200 correos electrónicos -todos con el mismo texto- obedece, según la consejera, " a la opinión de una parte de la sociedad, que se había manifestado en contra de esa expresión artística en un espacio público". Pese a la polémica, la exposición fue bien acogida por los visitantes: un 95% del público le dio la más alta calificación. En esos correos se preguntaban si se habría mostrado una foto similar si el retratado fuera un musulmán, una mujer o un homosexual y se decía que atentaba "contra los cristianos".
El actor Asier Etxeandia, protagonista de la imagen, defendió ayer la libertad del artista, Sergio Parra, y se mostró molesto por la retirada. "La foto está hecha desde un lugar íntimo que trata de mostrar la belleza", afirmó.
La polémica continúa y parece servir para marcar dónde la libertad de expresión deja de serlo.