1630 palabras
El climaterio, término que se asocia con la menopausia —la última menstruación de una mujer— es un conjunto de signos y síntomas que aparecen en la mujer en el periodo de adaptación alrededor de la última menstruación, por lo que algunas mujeres comienzan a sentir molestias antes de que se presente la última regla, algunas después, y otras más, antes y después; así lo dio a conocer el ex presidente nacional del Colegio Mexicano para el Estudio del Climaterio y la Menopausia, Dr. Gumersindo Vázquez Castillo, ginecólogo del hospital "Ignacio García Téllez" del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Explicó que esta causa de dolencia y de malestar muy importante en nuestro país aqueja a alrededor de 7 millones de mujeres, muchas de las cuales tienen un sufrimiento callado e incomprendido porque piensan que es normal. De esta cifra, solo 5% busca ayuda médica; el resto sufre en silencio o se queja de los malestares de esta etapa que tiene una duración de tres a años.
—Desafortunadamente, hay mujeres que padecen dolor en su menstruación y que creen que es "normal" que también lo tengan en la menopausia y que, por lo tanto, no deben quejarse. La que lo hace, es tachada de débil, quejumbrosa, neurótica o loca por las que nunca han experimentado ese dolor. De hecho, menopáusica siempre es utilizado de manera peyorativa, como insulto. Esto no debería ser porque la menopausia es un evento natural [e involuntario].
En amable entrevista, el Dr. Vázquez Castillo explicó que aunque la edad de la menopausia es entre 48 y 51 años en promedio, los síntomas del climaterio comienzan a sentirse aproximadamente unos 5 años previos a la última menstruación. Hay mujeres que los tienen mucho antes —finales de los 30 años o principios de los 40. Su aparición depende de la producción de hormonas —estrógenos— por los ovarios. Con el paso del tiempo, no sólo se va deteriorando el cuerpo, sino que también los ovarios van reduciendo su producción de hormonas, lo que permite la aparición de los síntomas del climaterio.
Dr. Gumersindo Vázquez Castillo, ex presidente nacional del Colegio Mexicano para el Estudio del Climaterio y la Menopausia y ginecólogo del hospital "Ignacio García Téllez" del (IMSS).
En cuanto a los síntomas, dio a conocer que las mujeres sufren alteraciones en la menstruación, por lo que la regla comienza venir más frecuentemente o se puede alargar su aparición, hasta que deja de venir. También varía la cantidad en la que se presenta. Además, aparecen trastornos vasomotores, también llamados bochornos o sofocos, que son acaloramientos que perciben las mujeres, eventos realmente muy molestos porque, de pronto, la mujer puede no estar haciendo ninguna actividad y percibe un aumento en la temperatura, casi siempre alrededor del rostro, del cuello, la parte superior del tórax. Algunas se ponen rojas. Después, para disminuir este calor, se produce el sudor y moja la ropa al grado que muchas de ellas tienen que cambiarse. En la noche, el sofoco no desaparece por lo que tienen que dormir con aire acondicionado o con ventanas abiertas, lo que no siempre le gusta a la pareja. También sufren de insomnio, somnolencia al mediodía y dolor de cabeza.
—A todo esto, al bajar la producción de estrógenos, que caracterizan a la mujer joven por hacer la piel tersa y suave; las uñas duras, el cabello blondo y las estructuras sexuales en su lugar; la piel se vuelve delgada, reseca, se pliega; el cabello también se hace reseco, las uñas tienden a quebrarse con mayor facilidad, los senos se "caen" y se resecan los genitales, lo que causa una serie de consecuencias, como, por ejemplo, dolor al momento de tener relaciones sexuales, que ocasiona el que ya no se quiera tener intimidad con la pareja. No sólo disminuye la dinámica sexual, sino que también favorece la aparición de infecciones sexuales y urinarias porque disminuyen las defensas en esa zona. También comienzan a caer las estructuras, la vejiga, el recto y el útero porque van disminuyendo los componentes que lo sostienen.
Claro que es grave los síntomas que la mujer experimenta, pero también es grave la otra parte, la que no siente, pero que está pasando.
Destacó que a diferencia de los varones las mujeres, antes de los 50 años tienen menos riesgo de un infarto porque están protegidas por los estrógenos, pero al perderlos, aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, entre ellas el infarto al miocardio. Esa protección que tenía antes ya desapareció, por eso también riesgo de otros padecimientos, como la osteoporosis, que aumenta el riesgo de fracturas. También es mayor el riesgo de Alzheimer y de otras patologías.
—Es un monstruo de mil cabezas. Afortunadamente, no es una maldición para toda la vida, empieza, pero termina.
Explicó que el climaterio es una etapa que abarca de 3 a 5 años entre las mujeres que lo padecen porque, para la suerte de muchas mujeres, no todas tienen que experimentar las incomodidades y problemas de esta etapa.
Informó que de los 7 millones de mujeres que están en el climaterio, 30% son asintomáticas, es decir, hacen la transición a la menopausia con la ausencia de síntomas; otro 30% tiene síntomas moderados o tolerables que le causan una leve incomodidad; 20% tiene síntomas intensos que requieren tratamiento y el resto se divide entre pacientes de etapas mixtas y mujeres con síntomas graves, que si no son atendidas, terminan en divorcio, pierden su empleo, tienen intentos suicidas y se aislan socialmente. Esa parte a la que le va muy mal está entre 5 y 7%.
Agregó que algunos casos graves terminan recibiendo tratamiento psiquiátrico porque el climaterio coincide con otras etapas de su vida que hacen más difícil la situación, como enfermedades de la tiroides y circunstancias sociales, como el "nido vacío" —si sus hijos ya se independizaron y se queda sola— si ya se jubiló y el trabajo lo era todo para ellas o ya no tiene la belleza que tenía. A la falta de estos satisfactores, se suma que ya no tiene relaciones sexuales porque a lo mejor su pareja sexual tiene impotencia. El tratamiento psiquiátrico es más por estas causas sociales.
Manifestó que a pesar de las implicaciones físicas, sociales y emocionales que puede implicar para algunas mujeres el pasar por el climaterio, en México sólo 5% de las mujeres en esta etapa recibe terapia.
—Todos conocemos mujeres a las que te acercas y están llorando, te gritan o se deprimen y entonces habrá quien diga: pobrecita esta menopáusica; sí, pero ¿qué hacemos por ella y qué hace ella por ella misma? Daña su vida, la de sus compañeros de trabajo y la armonía familiar. Todo mundo dice que son locas, histéricas, neuróticas y, en realidad, son mujeres que están sufriendo algo que no ellas escogieron tener.
A una pregunta, dijo que para evitarse problemas innecesarios lo mejor es que las mujeres se realicen un chequeo médico por lo menos una vez al año y no esperar a tener molestias para empezarse a atender. La medicina preventiva sale mucho menos costosa, no sólo económica sino física y emocionalmente. Así que las mujeres no deben esperar perder a su pareja para poner solución al problema. Tampoco hay razón para arriesgar la productividad laboral, afectiva e incluso artística que decrecen en esta etapa de la vida, pero que florecen cuando las mujeres son atendidas.
Finalmente, señaló que en el IMSS hay suficiente estructura para hacer un diagnóstico completo y oportuno; así como también, para ofrecer un esquema terapéutico suficientemente amplio, variado y completo para darle tratamiento a estas mujeres, ya que no se trata de estrógenos "porque sí": algunas terapias pueden incrementar algunos riesgos, como el cáncer de mama. No es dar medicina "así nada más": tiene que darse un control estricto.
—Lo más importante, es el conocimiento del climaterio para los pacientes y para los prestadores de servicios de salud porque si no se conocen, las cosas pasan frente a uno y uno las ignora. L.I.
(Puedes leer múltiples artículos periódicos sobre el tema en "Mi Menopausia")