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México (7 de febrero).- Si usted es hombre de 36 a 45 años, una joven de 18 a 25 años o un adulto mayor, y gusta de caminar en la calle por las mañanas de junio y octubre, sea muy precavido, ya que tiene más probabilidades de sufrir un secuestro exprés.
Si se trata de un hombre de 26 a 45 años o una mujer de 26 a 35 años, pasa buena parte de su tiempo en el trabajo o anda mucho en la calle por las tardes, entonces cubre el perfil de una víctima de secuestro de mayor duración.
El perfil y modus operandi de un secuestrador exprés es muy distinto al del tradicional.
Quienes cometen un secuestro exprés tienden a actuar solos (o a lo máximo en parejas o ternas) y están equipados con armas de fuego, así como otros objetos punzocortantes; rara vez llegan a emplearlas.
En 77% de los casos, esta clase de delincuentes terminan por obtener de sus víctimas y familiares todo lo que les exigieron por su liberación.
El secuestrador tradicional actúa la mayor parte del tiempo en grupos de cuatro o más personas. Siempre portan armas de fuego y en muy contados casos, armas blancas.
Según la clase del secuestro, es el tipo de víctima.
En el caso del secuestro exprés, las víctimas se caracterizan por ser hombres de 36 a 45 años o mayores de 60 y mujeres de 18 a 25 años.
El principal blanco de los secuestradores tradicionales son los hombres de 36 a 45 años, aunque también prefieren a las personas de entre 26 y 35 años, indistintamente de su sexo.
En cuanto a las secuelas, 64% de las víctimas de secuestro exprés señalan que el daño que sufrieron fue emocional o sicológico, mientras que 43% de las víctimas de un secuestro tradicional consideran que el mayor daño fue el de tipo económico.- (La Vanguardia)