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MÉXICO, D.F., 14 de marzo.- La adjudicación a ICA de la obra civil de la Línea 12 del Sistema de Transporte Colectivo Metro se dio en un ambiente en el que la industria de la construcción lo observó como plagado de tráfico de influencias.
Desde el 2009, Excélsior publicó las relaciones de amistad y familiares de ejecutivos de la empresa con funcionarios, ex empleados de la dependencia, que existían vinculadas a la entrega de contratos a ICA.
Tal fue el caso de la relación de los hermanos Enrique Horcasitas, director del proyecto de la Línea 12 del Metro y personaje cercano a Marcelo Ebrard, que era jefe del Gobierno de la Ciudad de México, y Luis Horcasitas, Director de Construcción Civil de ICA.
El 26 de julio del 2009, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, a cargo de Juan Francisco Molinar Horcasitas, dio conocer que el Gobierno Federal, a través de la SCT, asignaría tres mil millones de pesos a ese proyecto de transporte que correría de Mixcoac a Tláhuac.
Otra de esas relaciones es la de Jorge Borja, quien desde diciembre del 2007 ocupaba el cargo de Director de Ingeniería y Desarrollo de Proyectos de Petróleos Mexicanos (Pemex), y quien en forma previa trabajó durante muchos años para ICA.
Entre 1993 y el 2007, Jorge Borja ocupó el cargo de Director General de ICA Flour; entre 1997 al 2007 también fue vicepresidente Ejecutivo de Empresas ICA, Sector Industrial; miembro del Consejo de Administración y del Comité Ejecutivo de esa compañía.
De acuerdo con fuentes de la industria, la llegada de Borja a Pemex coincidió con importantes ampliaciones a las adjudicaciones hechas a la planta de Pemex en Minatitlán, dentro de un paquete de seis ampliaciones y de las que la segunda y más importante, con un valor de 700 millones de dólares, fue entregada a ICA.
Otro de los proyectos se relaciona con la planta criogénica de Pemex en Reynosa, Tamaulipas, la cual tuvo un valor de alrededor de 250 millones de dólares, y que fue dada por asignación directa a ICA, bajo el argumento que únicamente esa firma poseía la tecnología que se requiere. Sin embargo, las fuentes consultadas han asegurado que sí existían alternativas a escala internacional.
Durante el 2007, 2008 y 2009, las empresas de Grupo ICA mostraron un gran dinamismo al obtener decenas de contratos por licitación y por adjudicación directa, por lo que en la industria voltearon hacia la relación que familiares de ejecutivos de la empresa y ex empleados de la misma tenían desde las dependencias que otorgaron diversos contratos.
Durante esa etapa, bajo su dirección, se realizaron proyectos como la planta de nitrógeno más grande del mundo; la primera terminal de gas natural licuado en México; diversos proyectos de plantas criogénicas de gas; la central de ciclo combinado de mayor capacidad en el país, totalizando cinco mil mega watts instalados; el programa de plantas recuperadoras de azufre más extenso de la República Mexicana; varios proyectos de refinación de hidrocarburos; así como plataformas marinas de perforación, habitacionales o recuperadoras de pozos,
También hubo diversos proyectos de transporte de hidrocarburos; así como múltiples obras industriales de petroquímica, farmacéutica, manufacturas, telecomunicaciones, tanto para clientes públicos como privados.
Tan sólo en esos tres años, ICA obtuvo contratos por alrededor de siete mil millones de dólares.
Durante el 2008, a ICA¨ le fueron adjudicados contratos por un total de 34 mil 869 millones de pesos, aproximadamente dos mil 521 millones de dólares, de los que únicamente cuatro proyectos en México (independientemente de otros que le fueron adjudicados) representaron 54 por ciento del estado de contratación al 31 de diciembre de ese año: el proyecto hidroeléctrico La Yesca; la Línea 12 del STC Metro; e Túnel Emisor Oriente del sistema de drenaje de la Ciudad de México y la Autopista de Peaje Río de los Remedios–Ecatepec.
Sin embargo, en el 2007, ICA obtuvo más de 70 contratos: 52 nuevos y 20 ampliaciones, por un monto combinado de 37.5 mil millones de pesos, de los que sólo alrededor de uno por ciento fueron proyectos en el exterior. Sin embargo, varios de los contratos fueron otorgados mediante la conformación de consorcios.
De acuerdo con datos del Gobierno Federal en Compranet, hasta poco antes del cierre del sexenio pasado, bajo el régimen de Felipe Calderón Hinojosa, las constructoras ICA, Tradeco, IDEAL, Hermes y OHL habían obtenido, en conjunto, alrededor de 85 por ciento de la participación del mercado de proyectos de infraestructura federales.
Según información pública, la constructora que más contratos obtuvo a nivel federal fue ICA, con 47 por ciento de las obras y contratos por valor de 164.7 mil millones de pesos, unos 12. 6 mil millones de dólares.
Durante el presente sexenio, entre los proyectos de infraestructura que se ha estimado que serán emblemáticos y que generarán una gran derrama económica y de empleos, destacan los trenes de pasajeros en la ruta México–Toluca, México–Querétaro y el Transpeninsular, cuya obra civil se calcula en alrededor de 50 mil millones de pesos.
En el presente sexenio, ICA fue descalificada en su participación para el desarrollo del proyecto de la Línea 2 del Metro de Monterrey.
El argumento de la dependencia de obras en la Entidad es que la firma carece de experiencia en el desarrollo de proyectos de trenes.
La compañía Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) en México, había advertido a las autoridades del Gobierno del Distrito Federal "respecto de desgastes irregulares en la infraestructura de la Línea 12 del Sistema de Transporte Colectivo Metro (STC)", aseguró Román Aragón, director comercial de CAF México.
En entrevista con Excélsior, el ejecutivo de CAF dijo que “nosotros detectamos que había un desgaste más allá de lo habitual, por lo que procedimos a hacer el proceso de reperfilamiento de las ruedas”.
Respecto de si las autoridades fueron advertidas de las anormalidades, Román precisó que “es un desgaste fuera de lo normal y por supuesto que las autoridades estaban en el entendido de lo que estaba sucediendo”.
El directivo no precisó desde hace cuánto tiempo se habían detectado las irregularidades ni el momento en que se dio aviso a la autoridad respectiva.
Respecto de la versión de que existía incompatibilidad entre las vías y el material rodante, destacó que la autoridad ya realiza los estudios correspondientes, y que CAF está a la espera de los resultados.
Aseguró que los trenes fueron diseñados y construidos bajo la normatividad de las especificaciones técnicas que el STC pidió y agregó que “incluso fuimos acompañados por las autoridades durante todo el proceso”.
Será en un máximo de una semana cuando se culmine con los análisis que se están realizando para determinar la situación y deslindar responsabilidades por las fallas en la línea 12 del Sistema de Transporte Colectivo Metro (STC).
Cintia Angulo, presidenta y directora general de Alstom, una de las empresas que en consorcio con ICA llevaron a cabo los análisis y trabajos de construcción de la mencionada infraestructura, dijo que en lo correspondiente a la compañía que representa, ésta se apegó a lo establecido en las bases de licitación.
De tal forma que una vez que se tenga el diagnóstico final por parte de los expertos, se deberá comenzar con los trabajos de corrección a fin de que la línea comience operaciones lo antes posible.
"Creo que es una cuestión de días, máximo una semana que se terminen los diagnósticos, de tal forma que se pueda intervenir lo más rápido posible para comenzar a corregir quien tenga que corregir y como se deba corregir conforme a las normas nacionales e internacionales", dijo.
Mencionó que Alstom fue la empresa encargada de llevar a cabo los trabajos en materia electromecánica, lo cual hasta el momento no ha tenido ninguna falla.
La ejecutiva, insistió en que el alcance de los trabajos de la empresa para el proyecto de la Línea Dorada fueron certificados en su momento por agencias y expertos nacionales y otros provenientes de Estados Unidos, Alemania y otros países europeos, ante lo cual asegura se cumplieron con los estándares establecidos para la entrega de los trabajos.
“Yo hablo por mi parte como Alstom. Correspondimos a las bases de licitación, en tiempo y forma, en calidad y cantidad, y evidentemente fuimos certificados”, dijo.
Ante el cuestionamiento directo de si su empresa eludiría su responsabilidad respondió: “por supuesto que no”.
No dio mayores detalles sobre la situación que prevalece en la Línea 12, toda vez que dijo forman parte de un consorcio. (Excélsior)