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Marrakech (20 de diciembre).- El defensa central Sergio Ramos afirmó en la víspera de la Final del Mundial de Clubes, que el Real Madrid es el “equipo de Dios”, antes de enfrentarse a la formación favorita del Papa Francisco, San Lorenzo de Almagro.
“El otro día nos sorprendimos desde el calentamiento por cómo estaba el estadio apoyando. Notamos el apoyo de la afición como si estuviéramos en casa. Eso resume la grandeza de este equipo. Es el equipo de Dios, el equipo del mundo”, afirmó el central andaluz, en duda para la final por una sobrecarga en el muslo de la pierna izquierda.
Instantes antes, Ramos había sido preguntado por el hecho de que San Lorenzo sea el equipo preferido del Papa Francisco y si eso podía suponer alguna ayuda divina, algo que se tomó con humor.
“Soy cristiano, pero también creo que en el futbol eso no suele servir de mucho”.
“San Lorenzo es un equipo argentino y los argentinos viven el futbol de una manera intensa, es lo bonito, que cada cual defienda a su equipo. Yo como madridista tengo que luchar por lo mío y lo vamos a intentar. Sea o no el Papa de San Lorenzo, vamos a intentar llevarnos el título”.
El entrenador de San Lorenzo, Edgardo Bauza, había sido ya preguntado por la circunstancia de que el papa Francisco sea su hincha más célebre, pero también consideró que eso no supondrá una ayuda para preparar el duelo del sábado y que Dios está demasiado ocupado como estar pendiente del futbol.
“Creo que estará demasiado preocupado como para preocuparse de un partido de futbol”, dijo Bauza con una sonrisa.
El único trofeo que falta
El Real Madrid busca su primer Mundial de Clubes, el único título que falta en sus abarrotadas vitrinas, y poner el broche de oro al año en el que conquistó su ansiada décima Copa de Europa, para lo que tendrá que superar la pasión del San Lorenzo argentino, que disputará el partido de su vida.
Solamente el poder de la ilusión puede recortar la abismal diferencia de calidad que separa al Real Madrid del San Lorenzo. El presente marca una distancia futbolística abismal entre clubes millonarios y un futbol, el argentino, obligado a exportar cada vez más jóvenes a sus estrellas. Aunque el futbol está de repleto de gestas de equipos menores y el equipo del Papa Francisco sueña con protagonizar una en el Gran Estadio de Marrakech.
Un presupuesto de 500 millones de euros ante otro que no llega a los 10. Aunque en el pasado no lo fue todo y en su única aparición hasta ahora en el Mundial de Clubes, el Real Madrid dejó una imagen que debe ser borrada. Fue en el año 2000, cuando acabó cuarto, y perdió la final de consolación ante el Necaxa mexicano en los penaltis tras jugar con nueve futbolistas por las expulsiones de Roberto Carlos y Guti. - (Agencias)