México (16 de agosto).- Las aguas del Pacífico Oriental se están calentando, lo que podría provocar un fenómeno de El Niño más intenso. Será tal su intensidad, que incluso podría superar al paso de El Niño en 1997, cuando la devastación repercutió en distintos ámbitos de manera muy intensa. En ese sentido, no es de extrañar que la comunidad científica esté alarmada por el calentamiento de las aguas.

En 1997, se produjo el fenómeno de El Niño con más intensidad hasta ahora, ya que provocó un caos climático a nivel mundial, desde California hasta Australia. El norte de Estados Unidos se vio alterado con fuertes inundaciones, mientras que Indonesia sufrió una enorme sequía.

“Hay una probabilidad superior al 90% de que El Niño se prolongue a lo largo del invierno 2015-2016 del hemisferio norte y alrededor de un 85% de probabilidad de que se prolongue hasta la primavera de 2016”, señaló el Centro de Predicciones de la Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos, en un comunicado.

El fenómeno de El Niño ocurre cada dos a siete años y su intensidad varía; las aguas del Pacífico pueden estar a cuatro grados más calientes de lo usual.

Si las predicciones se cumplen, el fenómeno será tan intenso que los países de Sudamérica registraran lluvias superiores al promedio e inundaciones a lo largo de los siguientes nueve meses, mientras que probablemente haya sequía en los países del otro lado del océano, como Australia o Indonesia.

Cambio climático, ¿la causa?

El tema de la relación del fenómeno con el cambio climático aún se debate, ya que algunas investigaciones indican que aunque no es probable que aumente la cantidad de fenómenos como El Niño, las probabilidades de que éste tome fuerzas extraordinarias se duplican.

Una de las consecuencias del calentamiento global es que los fenómenos de precipitación se hacen más intensos ya que la atmósfera puede acumular más vapor de agua gracias a la temperatura más alta. Esto podría causar que las inundaciones de El Niño sean aún más devastadoras.- (Agencias)