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México (15 de agosto).- Ser árbitro central de la FMF es hoy un empleo rentable que garantiza un salario mínimo de 22 mil 500 pesos mensuales y que puede incluso rebasar los 150 mil pesos.
Por eso los 11 colegiados que fueron despedidos demandaron al organismo, pidiendo que los restituyan en sus funciones y que les paguen los salarios caídos.
Después de años de pelear por mejoras contractuales y no depender exclusivamente de que los designaran para un partido, los centrales de la Primera División consiguieron un sueldo base de 22 mil 500 pesos.
Antes, los silbantes tenían que realizar trabajos alternativos para conseguir su sustento. Ahora, son parte de la llamada profesionalización del arbitraje que les garantiza 35 mil pesos por cada partido que piten. Si tienen un buen mes y los designan para cuatro duelos de la Liga MX pueden percibir 140 mil pesos.
Además, silbar en los partidos de la Copa MX les reditúa en 12 mil pesos por duelo. Por evento, les dan 3 mil pesos de viáticos.
Entre los demandantes hay cuatro árbitros que pitaban en la Primera División como Fabricio Morales, Erim Ramírez, Víctor Bisguerra y Miguel Ángel Ayala.
Los clubes del Máximo Circuito y los del Ascenso MX fueron demandados también, así como la FIFA.
A pesar de que no todos los demandantes participaban en la misma categoría, exigen 2 millones 125 mil pesos cada uno como compensación bajo el concepto de que a esfuerzo igual, salario igual.- (Agencias)