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México (10 de noviembre).-
(El Informador) Mujeres blancas, de clase media o baja y de estados con afectaciones graves en la economía y la falta de empleo, fueron el perfil de la mayoría de mujeres votantes por Donald Trump.
Según las últimas estadísticas, el 42% de los votos de Trump fueron mujeres, a pesar de que tenían la oportunidad de que Hillary Clinton las representara. El jefe del Departamento de Ciencias Políticas del Instituto Tecnológico Autónomo de México, Vidal Romero León, advierte que las declaraciones misóginas del republicano no fueron lo más relevante para su decisión en las urnas. Tampoco la campaña de artistas y líderes de opinión en contra de su comportamiento machista o sus antecedentes de acoso sexual.
“Para muchas mujeres, la dimensión de la misoginia de Trump no era tan importante como la economía, por eso decidieron votar por un candidato que, en esa dimensión de misoginia, no era su mejor preferencia, pero sí lo era en la parte económica, que en contraste era mucho mejor que la propuesta de Hillary Clinton”.
Otro de los factores que pudo tener injerencia en el voto de parte de las mujeres, fue la propuesta de Hillary Clinton para la defensa del aborto, con la que perdió votos importantes de grupos conservadores.
“Los segmentos de la población de los Estados Unidos, sin muchos recursos económicos y sin mucha escolaridad, suelen ser más conservadores en sus posiciones, y todos estos temas no le ayudaron mucho”.
Además, estima que se sobrestimó el tema de género de parte del equipo de campaña de la demócrata, al considerar que por ser mujer se tendría ventaja en el voto de las norteamericanas.
“El voto de género es algo muy raro que suceda, en México ya tuvimos la experiencia de Josefina Vázquez Mota, la hemos visto en otras gubernaturas en donde es un tema importante, pero sólo para ciertos segmentos de la población; en general, se elige a gobernantes que den mayor seguridad y mejor economía”.
Por otra parte, la generación de empleos y “devolverlos” a los estadounidenses, reformas en materia de impuestos y en materia de salud, fueron puntos clave para el triunfo de Trump.
El investigador del Colegio de la Frontera Norte, José María Ramos García, explica que el republicano se dirigió a los estadounidenses afectados, sobre todo las comunidades blancas de clase media o baja, impactados por el desempleo en algunos Estados, como Ohio.
La creación de al menos 25 millones de puestos en los próximos 10 años, así como la reforma para rebajar impuestos y tener menos regulaciones financieras, fueron algunas de las promesas mejor recibidas por los norteamericanos.
“Si comparamos las propuestas que presentó Hillary Clinton, desde mi punto de vista eran muy vagas… evadía los temas”.
Otra clave fue la reforma en materia de salud de la administración del presidente Barack Obama, la cual ha sido criticada porque no ha podido ser sustentable económicamente. Según el experto, Trump logró posicionar los grandes problemas que afectan a Estados Unidos y los puso sobre la mesa, con promesas concretas y directas a las diferentes clases sociales.
Si bien la percepción en México es que la elección tuvo tintes discriminatorios y de racismo, advierte que los temas de interés directo para los estadounidenses determinaron los resultados a favor del republicano.
Las deportaciones, otro frente
A pesar de que Barack Obama redujo el número de deportaciones durante su segundo periodo como presidente, el triunfo de Trump pone sobre la mesa su intención de desterrar a los indocumentados, principalmente los que tienen antecedentes penales.
De acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional, en 2009, Obama desterró a mil 68 personas al día y en 2012, la cantidad creció a mil 122.
Sin embargo, a partir de 2013 el número pasó a mil nueve deportados; en 2014 fueron 865 y, en 2015, 644 cada día.
En este año, 62% de los deportados fue de origen mexicano.
Fue otro factor que jugó en contra de los demócratas.
SISTEMA POLÉMICO
Clinton ganó el voto popular y perdió en Colegio electoral
Si el sistema de elecciones en EU fuera como el mexicano, el Partido Demócrata estaría celebrando el triunfo gracias a los 59.7 millones de votos recibidos durante la jornada electoral de este martes. En enero próximo, Clinton sería nombrada la primera mujer de ese país en dirigir una administración federal.
Aunque el voto popular la favoreció con casi 200 mil votos por encima de su rival, los 279 votos electorales (a través del Colegio electoral) que obtuvo el republicano, contra los 228 del partido azul, le dieron el gane a Trump. Así, el sistema político norteamericano encumbró a un magnate sin experiencia política como jefe de Estado.
No es un fenómeno nuevo. Hace 16 años, cuando el republicano George W. Bush se enfrentó al demócrata Al Gore, éste obtuvo 540 mil 520 votos populares más que el hijo del ex Presidente Bush. Pero los 50.4 millones de sufragios a favor del republicano le permitieron llegar a 271 votos electorales. Ganó y gobernó durante dos periodos, luego de derrotar a John Kerry en 2004.
Salvo esas dos elecciones, todos los candidatos ganadores en la historia política de los Estados Unidos se impusieron tanto por votos populares como los electorales durante el siglo pasado.
En la contienda electoral de 1888, en la que se enfrentaron el republicano Benjamin Harrison y el demócrata Grover Cleveland, 10.9 millones de ciudadanos americanos votaron. De éstos, 5.5 millones lo hicieron por el triunfo de Cleveland, pero éstos sólo le dieron 168 “puntos”. Harrison, quien se quedó 100 mil boletas por debajo de su rival, se llevó la elección al acumular 233 votos electorales.
En 1876 sucedió lo mismo. Fue la primera de cuatro ocasiones en las que un demócrata fue derrotado por el voto electoral aunque más personas lo eligieron. Samuel L. Tilden probó la derrota ante Rutherford B. Hayes, pese a que el conteo final registró una distancia de 264 mil votos a su favor.