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MERIDEN, Connecticut, 28 de marzo.- El joven armado que mató a 27 personas, entre ellas 20 niños, en un ataque en una escuela en la localidad de Newtown, en Connecticut, tenía varias armas además de las que usó en el ataque, así como cientos de municiones, de acuerdo a papeles de la corte dados a conocer el jueves.
Funcionarios de Connecticut difundieron docenas de páginas de documentos judiciales de la investigación sobre Adam Lanza, el joven de 20 años que mató a su madre, a 20 niños de primer grado y a seis miembros del personal de la escuela, antes de quitarse la vida en el segundo tiroteo escolar más letal de la historia de Estados Unidos.
Los datos se conocieron luego de que expirara una orden de 90 días de secreto de sumario sobre los allanamientos realizados en la casa de Lanza. Durante la pesquisa, también se encontraron certificados de la Asociación Nacional del Rifle (NRA por su sigla en inglés) a nombre del joven y de su madre, Nancy.
En la masacre de Newtown, a Adam Lanza (recuadro) le quedaban aún «centenares de balas por disparar». Lanza utilizó un fusil de asalto Bushmaster AR-15 calibre 223, que es la «versión civil» del fusil M-16 que equipa a las Fuerzas Armadas estadounidenses, y llevaba consigo dos armas cortas: una pistola Glock de 10 milímetros y una Sig Sauer de 9.
La masacre en la escuela primaria Sandy Hook el 14 de diciembre de 2012 llevó al presidente estadounidense, Barack Obama, a calificarlo como el peor día de su presidencia y reavivó el debate sobre la violencia armada en Estados Unidos.
En respuesta al ataque, la NRA sugirió la presencia de guardias armados para vigilar todas las escuelas públicas del país.
Los documentos fueron revelados el mismo día en que un grupo de residentes de Newtown planea realizar una protesta en la Fundación Nacional de Deportes de Tiro, a menos de 5 kilómetros de la escuela de la masacre, por la oposición de la NRA a nuevas leyes para el control de armas. (Reuters)
Veinte niños y seis adultos fallecieron la mañana del 14 de diciembre de 2012, víctimas de los múltiples disparos efectuados por el joven de 20 años Adam Lanza, quien irrumpió armado en la escuela básica Sandy Hook, en la localidad de Newtown, Connecticut. Antes había pasado a casa de su madre para matarla.
Los oficiales que llegaron a la escena del crimen narraron detalles inéditos sobre lo sucedido a The New York Times y otros medios. Pasadas las 09.00 horas de aquel fatal día, la estación de policía de Newtown alertó a sus agentes. “Quien llama dice que alguien está disparando en el edificio” de la escuela básica local Sandy Hook, dijo el controlador de radio, según la cadena británica BBC.
A las afueras del centro educacional, el oficial William Chapman se encontró con algunos de sus colegas que habían atendido al llamado. Desde ahí pudieron escuchar el reconocible sonido de un rifle cuando está siendo percutido. “Me bajé del auto y tomé mi rifle y (el tiroteo) se detuvo por un segundo. Pero luego escuchamos más estallidos. Podías decir que era un rifle. Y estaba tan cerca, que se escuchaba como si proviniera de las afueras de la escuela”, comentó el oficial al diario estadounidense The New York Times.
Consuelo a una niña que se salvo.The New York Times consigna que a los oficiales les costó trabajo convencer a los profesores de que el peligro había pasado. “Golpeábamos las puertas y gritábamos ‘¡policía! ¡policía!’. Sacábamos nuestras placas y las poníamos en las ventanas”, recordó McGowan. A medida que los niños salían de sus escondites los agentes les decían “todo está bien. Tómense de las manos, cierren sus ojos”.
Padres preguntan por sus hijos, que estaban en la escuela.Según relataron los oficiales, varios policías formaron una barrera humana en torno a los cuerpos de la directora y la psicóloga, mientras otros bloqueaban las puertas de las otras dos salas, para evitar que los menores vieran las escenas del crimen. Incluso, algunos agentes se apostaron a la entrada de la escuela para advertirles a sus colegas con hijos que no ingresaran.