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FORTALEZA, Brasil, 17 de junio.- Brasil inició hoy en Fortaleza -con sus paradisíacas playas y mar verde- la preparación para su segundo partido por el Grupo A de la Copa Confederaciones contra México, en el que buscará sacar la espina que tiene clavada desde la final de los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
"A México no lo tengo atragantado, ni tampoco se me ocurre la idea de revancha", dijo Marcelo.
Seis jugadores del equipo de Luiz Felipe Scolari, entre ellos el astro Neymar, estaban en el equipo olímpico que cayó por 2-1 ante la Tri en la final jugada en Wimbledon y vio naufragar una vez más el sueño del fútbol brasileño de alzarse con el inédito oro olímpico.
"Claro que me acuerdo de ese partido. Ese fue un día muy triste, no sólo para los jugadores, como para todo el Brasil", afirmó hoy el lateral Marcelo, uno de los integrantes del equipo que tenía además el astro Neymar, los mediocampistas Oscar y Lucas, el zaguero Thiago Silva y el delantero Hulk.
Pese a admitir que la derrota en Londres dejó malos recuerdos, tanto el lateral del Real Madrid como sus colegas insisten en asegurar que ello no influirá en el partido del miércoles en el Estadio Castelao, en la calurosa capital del Estado de Ceará.
"A México no lo tengo atragantado, ni tampoco se me ocurre la idea de revancha", dijo Marcelo, usando casi las mismas palabras dichas días antes por Neymar: "no hay nada de revancha. Era otra competencia, era otro equipo, era otro momento".
Pero el capitán de la verdeamarela, Thiago Silva, admitió que el traspié en la final de los últimos Juegos Olímpicos sigue siendo una espina clavada para Brasil desde la derrota en la final olímpica.
"Siempre es complicado enfrentar a México. Nos complican siempre. Los tenemos atragantados desde hace algún tiempo, pero no debemos encarar como revancha, sino como un partido importante", expresó el defensa, quien opinó que el próximo choque "será más difícil que la final olímpica".
México venció ocho y empató tres de los 14 duelos librados con Brasil desde agosto de 1999, cuando derrotó a la verdeamarela en la final y se coronó en casa campeón de la Copa Confederaciones. Ante estos números, Scolari ya define a la Tri como "una piedra en el zapato de los pentacampeones": "ellos nos complican la vida desde hace más de 10 años".
Pero el mediocampista Oscar no cree en la "maldición mexicana": "no existe esto. Yo perdí en los Juegos Olímpicos, pero también les gané en el Mundial Sub-20", dijo a DPA el jugador del Chelsea, quien se manifestó convencido de que, ahora, la victoria le toca a Brasil.
"Lo único que tenemos que hacer es jugar como lo estamos haciendo hasta ahora. Esta es una competencia distinta, con jugadores distintos. México es un gran equipo, que siempre le dificulta a Brasil. Será un partido difícil, pero estamos muy concentrados", agregó.
También el delantero Hulk advirtió que Brasil no puede encarar el choque con México como una revancha: "no podemos pensar así. Tenemos que ser conscientes de que se trata de una nueva competencia, de un nuevo partido".
El lateral Dani Alves, quien no participó de la fracasada campaña en Londres, exhortó a sus compañeros a olvidar el pasado: "México es una selección que siempre ha complicado muchísimo a Brasil, pero ahora es una nueva historia, una nueva página, y debemos intentar empezar a cambiar esto".
Idéntica recomendación hizo el portero Julio César, quien a los 33 años es el "abuelo" del joven equipo de Felipao Scolari: "lo que debemos hacer es prepararnos bien para este partido, porque si ganamos podemos conquistar la clasificación a las semifinales".
Según aseveró hoy Marcelo, México es "una gran selección", pero también tiene razones para preocuparse con el choque del miércoles.
"Ellos son una gran selección y tienen a grandísimos jugadores, pero aquí es Brasil, y estoy seguro de que ellos también esperan un partido difícil contra nuestro equipo, que también tiene a grandes jugadores". (OEM-DPA)