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MEXICO, D.F., 18 de marzo.- Sea tras el rostro de Pedro Picapiedra, El Superagente 86, El Pájaro Loco o algún otro personaje emblemático del cine y la televisión, pero al menos tres generaciones de mexicanos han escuchado alguna vez la voz de Jorge Arvizu.
Arvizu, fallecido este martes, legó un abanico de interpretaciones en español que incluye también al Tío Lucas de Los Locos Adams, El Gato Félix, el Pájaro Loco, Huckleberry Hound, Canito y Canuto y a dos miembros de la pandilla de Don Gato: Benito Bodoque y Cucho (el de acento yucateco).
En cine, interpretó a Michael Corleone en las primeras dos versiones de El Padrino y participó en cintas animadas como La Dama y el Vagabundo, Cars y Ratatouille, recientemente.
Arvizu nació en Celaya, en julio de 1932.
Aunque no tuvo una educación formal como actor —en distintas entrevistas se jactó de haber estudiado hasta la primaria y de dominar su oficio de forma autodidacta—, fue reconocido como actor y director de doblaje, productor y escritor de cine y teatro.
La carrera de más de seis décadas de Arvizu inició de forma fortuita, primero como publicista callejero sosteniendo a sus 17 años carteles de un refresco de naranja —gritaba vestido de granjero “hay naranjas, hay naranjas” mientras regalaba frutas a los niños— y luego en una revista fílmica producida por los reconocidos productores mexicanos Manuel y Jorge Barbachano, explicó Arvizu en septiembre del 2011 en entrevista con la revista Chilango.
En esa producción, Arvizu doblaba distintas voces para dar un sentido cómico a personajes grabados previamente en la calle. Desde un piso debajo del estudio donde grababa, el joven fue escuchado por los dobladores Mr. Lee y Edmundo Santos (la voz del Ratón Miguelito), quienes lo invitaron a trabajar con ellos.
“Cuando llegué, se me quedaron viendo porque yo no era actor de cine o de radio, como el resto del equipo, pero aprendí solito”, dijo Arvizu a Chilango.
En una entrevista para el Canal 11 realizada en el 2011 dijo que consideraba “cursis” los primeros doblajes de películas al español —traducciones interpretadas por actores de radio “con voces muy impostadas y melodiosas”—, por lo decidió cambiar el sistema de doblaje para hacer que las voces fueran más acorde a las situaciones, según explicó.
“Yo siempre he sido un poco rebelde, porque lo que aprendí en la vida yo me lo hice… entonces me sueltan un día como director (de doblaje) y empecé a cambiar el sistema, porque nadie era capaz de cambiar lo que estaba escrito, porque se atrevían muy poco a darle carácter al (personaje) que estaba doblando”.
En la compañía de Carlos David Ortigosa, donde trabajaba, Arvizu llegó a prestar su voz en tres películas diariamente, por lo que algunas estimaciones cifran en 20,000 el número de sus participaciones en cintas, según dijo.
Pese a que algunos de sus doblajes como los de Pedro Picapiedra y el Super Agente 86 (zapatófono incluido) llevaron su voz fuera de México y hasta países como Argentina, el verdadero rostro de Arvizu cobró popularidad a fines de los setentas bajo el nombre de un personaje incidental: El Tata.
El Tata (una palabra indígena común para referirse a padres o abuelos) era un viejo de bata roja a cuadros y cabello desaliñado vecino de La criada bien criada (interpretada por María Victoria) en la serie cómica del mismo nombre. Cuando no contradecía a sus vecinos más jóvenes, El Tata pedía a gritos el único alimento que su dentadura senil le permitía comer, un pan mexicano conocido como cocol.
Ante el éxito del personaje, El Tata volvió a aparecer más tarde en las series La Carabina de Ambrosio y La casa de huéspedes.
Durante las campañas rumbo a la elección presidencial del 2012, Arvizu puso a dos de sus personajes más entrañables, Benito Bodoque y Cucho, al servicio del candidato de izquierda, Andrés Manuel López Obrador. (El veterano del doblaje en México se había reencontrado con estos personajes luego de 30 años en un remake de Don Gato y su pandilla presentado en el 2011).
En un spot propagandístico de unos 40 segundos, Arvizu apareció hablándole a los mexicanos “con el corazón”.
“Por favor ya despertemos y hagamos algo por el país, si no imagínense lo que van a decir nuestros hijos”, dijo. Luego, con voz de Benito añadió: “Ya despierten, vamos a cambiar a México con MORENA”, el Movimiento Regeneración Nacional de López Obrador. Al final, con voz de Cucho remataba: “Y usted ya no se apendeje, vamos con El Peje”, el apodo del candidato.
El anuncio fue considerado una acción anticipada de campaña y le valió a la coalición de izquierda una sanción de la autoridad electoral por siete millones y medio de pesos, mientras que Arvizu recibió críticas por su filiación política. (CNNMéxico)