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MÉXICO, D.F., 21 de marzo.- A 23 años de existencia, el Instituto Federal Electoral prácticamente comenzó a bajar la cortina y aunque dio la bienvenida al Instituto Nacional de Elecciones (INE), académicos, políticos e incluso autoridades que pertenecieron a este órgano expresaron su preocupación por “la discrecionalidad” que hay en la designación del nuevo consejo y la incertidumbre en sus funciones.
José Woldenberg, quien fue el primer presidente ciudadano del instituto, destacó la importancia del COFIPE como una “brújula que inyectó certeza” para todos los actores, incluidos los ciudadanos.
En medio de aplausos, expresó su preocupación “por los grados de discrecionalidad con los cuales contará el próximo consejo general”.
Tras hacer un recuento del legado de esta institución destacó sobre todo el capital humano con el que cuenta y deseó que esta herencia sea “rescatada, asumida e integrada” en el INE.
“Porque el país no está como para que en esa materia empecemos de nuevo de cero, como sí lo hizo el Instituto Federal Electoral”.
Diego Fernández de Cevallos advirtió que el cambio de siglas y la mutación modernizada no era necesaria porque coloca a actores políticos y autoridades en una posición “incierta y de riesgos”.
El panista reconoció que ha habido un avance en democracia formal, pero en cuanto a democracia social, dijo que existe un gran atraso.
“Un país sin educación democrática, sin educación cívica y pobreza, es un semillero de bribones”, soltó.
El Jefe Diego sostuvo que mientras no se atiendan los temas educativo y cultural se podrá poner un IFE, un TRIFE o un Instituto Nacional Electoral pero si no hay formación cívica y de valores trascendentes no habrá institución que pueda salvar al país.
Fernando Gómez Mont, ex secretario de Gobernación, pidió que se defiendan a las instituciones e ilustró su petición con un chiste. “Un día en el reino de los caballos decidieron suicidarse todos los caballos de la manada y empezaron a saltar por un precipicio, hasta que de abajo salió un borrachito y les pidió ya no estar aventando caballos. Ya no hay que estar aventando tantos caballos al IFE ni al Poder Judicial. Entendamos las insuficiencias estructurales que puedan tener y con imaginación encontremos otros caminos”, pidió.
El politólogo Jorge Alcocer cuestionó que si se le reconocen tantos méritos al Instituto Federal Electoral se quiera desaparecer.
Calificó la reforma político-electoral como “contrahecha”, de ahí el problema de que no salgan las leyes secundarias.
A 40 días de que se venza el plazo legislativo para lo que calificó como un “destazamiento” del COFIPE, preguntó a los legisladores qué van a ganar “atropellando” a los institutos locales y quitándoles su autonomía.
El ex dirigente del Partido de la Revolución Democrática, Jesús Ortega Martínez, que aún cuando reconoció que la trayectoria del IFE y no fue “obra del Espíritu Santo”, ni de alguna graciosa concesión de un presidente, la transición debe verse no como un acto “agresivo, sino como obligado proceso de cambio y renovación”.
Beatriz Paredes Rangel, indicó que la democracia es un proceso de aprendizaje, por lo que confió que la estafeta que se le entregue al Instituto Nacional de Elecciones llevará a todos a “arribar a la meta de un país más justo, más equilibrado y equitativo”. (Agencias)